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La Reforma Fiscal que España necesita

Escuche mi intervención en Intereconomía aquí 

22/6/2014 El Confidencial

«For a nation to try to tax itself into prosperity is like a man standing in a bucket and trying to lift himself up by the handle». (Winston Churchill)

Una reforma fiscal debe estar orientada a conseguir los siguientes objetivos:

– Mejorar la renta disponible de las personas, para apoyar el consumo.

– Apoyar el crecimiento económico, para generar mejores ingresos fiscales futuros.

Es decir, olvidar el objetivo recaudatorio cortoplacista del Sheriff de Nottingham arrancando monedas al que sobrevive y apostar por el crecimiento y una mayor calidad y sostenibilidad de ingresos fiscales.

Todas las reformas fiscales que olvidan esos objetivos fracasan.

Las líneas generales de la reforma planteada por el Gobierno el viernes recuperan esos objetivos tras el fallido intento de subir impuestos que exigía el aparato, la izquierda, Bruselas y los aristócratas del gasto público. Tras subirlos todos, los ingresos solo mejoraron en 3.664 millones de euros.

Aprender de los errores y recuperar los principios tradicionales de bajos impuestos y crecimiento es un paso adelante, y no puede más que valorarse positivamente. Pero hace falta más.

La reforma fiscal debe plantearse también como una mejora de renta disponible y lanzadera de crecimiento desde el recorte del gasto. La sociedad española no saldrá de la resaca del exceso de obra civil e inmobiliaria hasta que no pinche las superestructura de gasto que se creó al calor de dicho exceso, un aumento del gasto público de casi el 50% en cuatro años. Seguimos siendo uno de los países con mayor gasto político innecesario, entre subvenciones (10.000 millones anuales), administraciones duplicadas (22.000 millones anuales) e ineficiencias (miles de empresas y observatorios públicos con más de 40.000 millones de euros de deuda) y todo ese gasto político que comentábamos aquí (https://www.dlacalle.com/extractos-de-viaje-a-la-libertad-economica/ ).

Plantear que la reducción de impuestos es imposible y no atacar ese enorme despilfarro o, lo que es peor, justificarlo, es un insulto a las familias y empresas que trabajan duramente para llegar a fin de mes. Porque es el dinero de todos lo que estamos tirando.

Los recortes fiscales expansivos son importantes, y los que dicen que nunca se ha aumentado ingresos bajando impuestos, además de despreciar el esfuerzo de los trabajadores y analizar desde una perspectiva recaudatoria cortoplacista, mienten (leanhttp://www.forbes.com/sites/mikepatton/2012/10/15/do-tax-cuts-increase-government-revenue/). Rusia, EEUU, Singapur, Reino Unido, Suecia, Chile o Uruguay vieron aumentos de ingresos con bajadas de impuestos. En Reino Unido, 24.000 millones de libras de aumento con la bajada del tipo marginal. La evidencia empírica, sobre todo del impacto negativo de las subidas de impuestos, se encuentra en decenas de trabajos científicos (1).

Es curioso que los que se pasan el día diciendo que hay que imitar a Obama rechacen de plano una reforma que va en un sentido similar a la estructura de EEUU. Ojala les leyera pedir la fiscalidad de EEUU. Vean el grafico.

Es por ello que la medida anunciada el viernes debe valorarse de manera positiva, ya que revierte la subida del IRPF de 2011, apoya a las familias numerosas, las más castigadas en casi todas las reformas desde 1979, ymejora la fiscalidad de empresas para facilitar la contratación.

Una reforma fiscal confiscatoria, como la que plantean algunos, que buscase recuperar ingresos extraordinarios creados por la burbuja inmobiliaria, es suicida. Recordemos que suponía casi 50.000 millones de euros anuales excepcionales para las arcas del estado. Intentar recuperar esos ingresos con lo que ha sobrevivido del colapso burbujero es imprudente.

Intentar apostarlo todo a la lucha contra el fraude, que es necesaria, parte de las estimaciones optimistas de cuento de la lechera que comentábamos en mi artículo «PIB, fraude y las estimaciones peligrosas» (https://www.dlacalle.com/pib-fraude-fiscal-y-las-estimaciones-peligrosas/ ). Estimaciones optimistas de ingresos futuros para justificar gastos muy reales y concretos hoy. Suicida.

Mejorar renta disponible y facilitar la contratación. No excepcional, ni ideal, pero merece valorarse. La reforma fiscal planteada por el Gobierno el pasado viernes tiene varios puntos positivos, como hemos comentado, y varios interrogantes.

– Es tímida, al plantearse en dos años. Algunos atribuyen objetivos electoralistas. No lo sé, pero no está mal que alguien haga electoralismo bajando impuestos y no tirando de la chequera para hacer otra ciudad del circo.

– El impacto negativo de la eliminación de deducciones en la inversión de las empresas debe analizarse en detalle.

– Supone, según primeras estimaciones, una subida a algunos ciudadanos en algunos tramos. Aunque en media se percibe un impacto positivo en general, se debe aclarar este punto. Lean el excelente análisis de Eduardo Segovia (http://www.elconfidencial.com/economia/2014-06-21/los-que-ganan-entre-33-000-y-35-000-euros-veran-como-su-tipo-marginal-baja-10-puntos_150187/ ).

Sin embargo, y con todo, tras estas medidas España seguirá siendo uno de los países con mayor esfuerzo fiscal de la OCDE, casi el 40%.

Lo llevamos comentando desde hace años, la reforma fiscal que España necesita debe ser ambiciosa y valiente, empezando por:

– Bajar más los impuestos a empresas y familias. Rebajar cuotas a autónomos, de una manera clara y que haga a estas personas valorar positivamente la decisión de montar su negocio independiente. Algo se comenta en esta noticia de El Confidencialhttp://www.elconfidencial.com/espana/2014-06-21/rajoy-pide-colaboracion-para-incorporar-a-la-reforma-fiscal-cosas-que-sean-razonables_150320/), veremos si es correcto. Un régimen de autónomos donde se pague una cuota mucho menor, en línea con los países de nuestro entorno  -a todos, no solamente los jóvenes- y se deduzcan impuestos si se crea empleo estable. Unentorno impositivo atractivo y bajo, tanto a nivel corporativo como personal, predecible a largo plazo, es esencial para ayudar al país a recuperarse.

– Apoyo fiscal a PyMes. La tarifa plana es una buena medida para mejorar la transición a gran empresa. En España, el 70% del valor añadido y el empleo lo crean las pequeñas y medianas empresas, pero la transición a gran empresa es una de las más bajas de Europa. España es el país de la UE donde es más caro establecerse después de Francia y esto, añadido a la burocracia, hace que sea aún muy laborioso crear puestos de trabajo (en Reino Unido se tarda un día en crear una empresa). En vez de penalizar con más regulación y coste, facilitar la transición eliminando trabas, no “suavizándolas”.

El informe “Doing Business” del Banco Mundial sitúa a España en puestos muy inferiores a países de su entorno en cuanto a facilidad para crear una empresa. Según Morgan Stanley (“adopting Anglosaxon flexibility could boost GDP by 15% in the long run”), España se beneficiaria de un entorno menos asfixiante y restrictivo, con una regulación eficaz, no confiscatoria. Utilizar nuestro capital humano, que hoy está desaprovechado en funciones burocráticas, para facilitar y asesorar a las empresas a crear valor, con un sistema de remuneración basado en beneficios generados, no en papeles acumulados.

Invertir en España se percibe como un ejercicio tedioso y complejo que necesita de favores de los políticos locales. Debemos convertir estas estructuras en “facilitadoras” en vez de “obstructoras”. Disminuir drásticamente las barreras de entrada eliminando limitaciones proteccionistas.

Lo comentaba el viernes con mis seguidores en Twitter, la reforma fiscal ideal es reducir el esfuerzo fiscal a niveles pre-2004. Leo a demasiados “expertos” que quieren un esfuerzo fiscal aún mayor al actual, a pesar de que jamás ha funcionado para relanzar la economía.

El déficit no se reduce confiscando, se reduce con crecimiento económico, prosperidad y prudencia presupuestaria.

Los ingresos fiscales mejorarían aumentando el porcentaje de rentas altas. Igualando a la baja no se recauda. Ninguna sociedad ha mejorado ingresos fiscales redistribuyendo la miseria, sino aumentando las oportunidades para prosperar y enriquecerse

En definitiva, tenemos que crear un país “España 2.0” donde se maximicen las posibilidades de que las familias y empresas prosperen. No repartir la miseria. La solución no es ir bajando la definición de rico hasta que no quede ninguno, sino permitir que se enriquezca el mayor porcentaje posible de la población. Tenemos que crear cultura emprendedora, aprender y no demonizar el fracaso, olvidar la envidia, premiar el esfuerzo y el éxito.

Si España va a crecer un 1,4% PIB, no va a gastar más y se ahorra 0,5% en coste de deuda, una rebaja fiscal de 0,9% es mucho más que posible. Es urgente.

La reforma fiscal no es la panacea, es un mero instrumento. Necesitamos la reforma integral de la economía nacional. El crecimiento y la riqueza son los objetivos a perseguir. Hace falta mucho más… Y España puede conseguirlo.

———

Cuadro inferior cortesía de El País:

reforma fiscal

Referencia Bibliográfica:

(1) Norman Gemmell, Richard Kneller, & Ismael Sanz, The Timing and Persistence of Fiscal Policy Impacts on Growth: Evidence from OECD Countries, 121 Economic Journal F33-F58 (2011). 17 OECD countries (Early 1970s to 2004). Taxes on income and profit are most damaging to economic growth over the long run, followed by deficits, and then consumption taxes.

Jens Arnold, Bert Brys, Christopher Heady, Åsa Johansson, CyrilleSchwellnus, & Laura Vartia, Tax Policy For Economic Recovery and Growth, 121 Economic Journal F59-F80 (2011). 21 OECD countries (1971 to 2004).  Corporate taxes most harmful, followed by taxes on personal income, consumption, and property.

Robert Barro & C.J. Redlick, Macroeconomic Effects of Government Purchases and Taxes, 126 Quarterly Journal of Economics 51-102 (2011). U.S (1912 to 2006). Cut in the average marginal tax rate of one percentage point raises next year’s per capita GDP by around 0.5%.

Alberto Alesina & Silvia Ardagna, Large changes in fiscal policy: taxes versus spending, in Tax Policy and the Economy, Vol. 24 (Univ. of Chicago Press, 2010). OECD countries. Fiscal stimuli based upon tax cuts more likely to increase growth than those based upon spending increases. Fiscal consolidations based upon spending cuts and no tax increases are more likely to succeed at reducing deficits and debt and less likely to create recessions.

International Monetary Fund, Will it hurt? Macroeconomic effects of fiscal consolidation, in World Economic Outlook: Recovery, Risk, and Rebalancing (2010). 15 advanced countries (170 fiscal consolidations over the last 30 years). 1% tax increase reduces GDP by 1.3% after two years.

Young Lee & Roger Gordon, Tax Structure and Economic Growth, 89 Journal of Public Economics 1027-1043 (2005). 70 countries. Reducing corporate income tax 1 percentage point raises annual growth by 0.1 to 0.2 points.

F. Padovano & E. Galli, E., Tax rates and economic growth in the OECD countries (1950-1990), 39 Economic Inquiry 44-57 (2001). 23 OECD countries. Effective marginal income tax rates negatively correlated with GDP growth.

Reinhard Koester & Roger Kormendi, Taxation, Aggregate Activity and Economic Growth: Cross-Country Evidence on Some Supply-Side Hypotheses, 27 Economic Inquiry 367-86 (1989). 63 countries. Controlling for average tax rates, increases in marginal tax rates reduce economic activity. Progressivity reduces growth.

 

 

Razones para creer el PIB

He leído varios artículos alertando sobre la posibilidad de que el PIB se encuentre inflado en un 20% ya que desde 2007 la correlación previa entre indicadores industriales se ha roto y el PIB se ha moderado mucho menos que dichos indicadores.

La pregunta que me repiten una y otra vez es, por lo tanto: ¿Es el Producto Interior Bruto falso e inflado?

Si partimos de la formula:

PIB=C+I+G+X-M

Dónde C es el Consumo, I la inversión, G el gasto público, X las exportaciones y M las importaciones.

a) Consumo e Inversión:

Evolución del PIB y riqueza financiera neta. La riqueza financiera neta tiene una correlación casi del 97% con el crecimiento del PIB pero sobre todo el diferencial entre riqueza financiera neta y PIB muestra el aporte del ahorro que precede al consumo desde caídas trimestrales del 2% a niveles positivos.

PIB y RFN

Noten la diferencia del periodo de recuperación, donde se van sustituyendo los sectores de baja productividad y la demanda interna (construcción y obra civil) por actividades de mayor productividad y menor consumo, ademas del sector exterior.

PIB Y RFN 2

b) Gasto público

El gasto público ha suplido la caída de la actividad industrial y del consumo durante la crisis, y los recortes han sido mucho menores al aumento acumulado desde el comienzo de la crisis.

PIB gasto publico 1

PIB gasto publico 2

 

Por supuesto, la “G” del gasto público solo incluye el valor de los servicios que las AAPP dan a la sociedad: sanidad, educación, seguridad, defensa, servicio exterior, etc. Esa es la razón por la que solo representa alrededor del 20% del PIB. El resto hasta el 45% es, entre otras cosas, buena parte de las nóminas de los empleados públicos, etc. Estos conceptos no están en parte incluidas en la G, y aparecen en el PIB vía C, consumo (empresas públicas, por ejemplo). Las nóminas han aumentado en el periodo 2007-2013, pero las pensiones han subido de manera importante, y esos conceptos solo aparecen indirectamente en la C, no en la G, por lo que suelen quedar ocultos.

Estabilizadores automáticos como el seguro de desempleo también afectan. Entre 2007 y 2013 pasó de unos 9 mil millones a cerca de 35 mil; eso son cerca de 3 puntos de PIB si se consume todo: nadie ahorra el paro. Esta situación hace que, irónicamente, ahora que cae al 18% interanual, el que haya menos paro influye en que haya algo «menos» de PIB.

c) Aporte del sector exterior

De una aportación negativa en 2007 de 99.237 millones a una aportación negativa en 2013 de 17.741 implica una aportación positiva a la evolución del PIB por aumento de exportaciones y descenso de importaciones de 81.496 millones de euros.

La actividad económica, al perder un efecto tan brutal como la construcción y la obra civil, que llegaron a suponer el 22% de la economía del país, distorsiona…al alza y a la baja. Es decir, cuando crecíamos más que nadie el PIB no reflejaba esas enormes distorsiones alcistas -aumentaba menos- y lo mismo ocurre, en sentido contrario, al pincharse una burbuja, sobre todo cuando ésta era de enormes proporciones. Decrece menos. Vean el gráfico (cortesía FT)

spain gdp ex-construction

Una de las grandes diferencias es la falta de correlación que hemos visto a nivel global entre demanda energética y PIB. Países como Alemania, Estados Unidos o Reino Unido han visto su demanda caer o permanecer inalterada mientras su PIB crecía, porque se ha pasado de un PIB industrial a uno mas orientado al consumo, y porque la eficiencia y sobrecapacidad de la década de exceso también afectan.

Veamos la variación de los componentes de la demanda del PIB en termino absolutos 2007-2013:

PIB Total: -6%

Exportaciones +14% Importaciones -19,5%

Gasto AAPP: +4.7%

Así… el PIB de 2007 a 2013 se ha sostenido a pesar de la caída del sector construcción e inmobiliario -12 puntos de PIB- porque, a pesar de lo dicho por los medios, el gasto público no se ha reducido (de hecho ha aumentado), el aporte del sector exterior ha mejorado notablemente y la mejora de riqueza financiera neta de las familias y empresas ha permitido relanzar el consumo (ya en 2013) y, posteriormente, la inversión (en 2014).

PIB 2007: 1.053 miles de millones de euros

Aumento de gasto publico: 46.288 millones (reflejado en G y parte en C)

Contribución positiva del sector exterior: 81.496 millones

PIB 2013: 1.023 miles de millones (-30.000 millones)

El aumento del gasto publico y el sector exterior prácticamente compensa la caída del consumo y la inversión privados.

Aumento de riqueza financiera neta familias: 57.000 millones

Mejora riqueza financiera neta sector privado: 267.766 millones

Aun así, muchos dudan de la veracidad del calculo de la riqueza nacional. Yo, por ejemplo, siempre lo comparo con la evolución de la riqueza financiera neta, que es un indicador de seguridad” sobre la fiabilidad del PIB. Si, como se refleja en algunos análisis, el PIB de España fuera falso, se percibiría esa enorme diferencia en los activos financieros netos, cuya correlación es casi del 97% con el PIB. Por lo tanto, no es lógico asumir enormes discrepancias, aunque la falta de correlación con los indicadores industriales sea real y evidente.

PIB peso componentes

En ese análisis de los críticos se muestra algo muy importante. Esa discrepancia entre la riqueza industrial y la total actual es precisamente la que nos debería llevar a alertar sobre los cálculos de gasto, déficit y deuda “sobre PIB”. Porque el cambio de modelo económico y pérdida de una burbuja inmobiliaria que generaba 50.000 millones de euros de ingresos extraordinarios no nos puede llevar a asumir la misma capacidad de gasto y endeudamiento por la menor capacidad recaudatoria de los otros sectores.

correlacion AFN PIB

Otro importante factor de «seguridad a la hora de verificar el PIB es la correlación entre afiliación a la SS y el PIB. Es de un 99% e implica una correlación tan estrecha que, en realidad, tomando la cifra de empleo se puede deducir a partir de ella la del PIB.

A menos que las cifras de empleo estén “infladas”, claro. Pero no lo están. Eso sí, los que usan la EPA deban tener en cuenta que, como es una encuesta, tiene un cierto margen de error (0,2%), eso implica un error de 50.000 parados a nivel nacional como máximo.

correlacion PIB y ss

 

En definitiva, el INE hace un buen trabajo calculando el PIB y no se perciben errores de enorme magnitud.

El debate es interesante, pero en cualquier caso, lo que pone de manifiesto es muy claro: El PIB es un muy mal indicador para comparar gasto, deuda y déficit, dada su composición y los estabilizadores que genera el propio peso del estado.

La realidad, que  reflejan muy bien los críticos del PIB en su análisis , es que hoy tenemos un producto interior bruto con un peso mayor del estado, del gasto público y de las subvenciones y menor del consumo y de la industria. Es decir, la calidad del PIB es mucho peor y por lo tanto, la solvencia es menor.

No es que el PIB sea falso, es que se ha «sostenido» mejor que la industria vía aumento del peso del estado. La conclusión, que es un indicador incompleto para analizar capacidad de gasto y endeudamiento, es la misma.

 

——

 

Por su interes, incluyo comentario de Juan Ramon Rallo de su pagina de Facebook:

– En general, creo que se confunde PIB con demanda interna (o demanda nacional). PIB es el valor de la producción interna de un país. Un país puede gastar más de lo que produce endeudándose con el extranjero o puede gastar menos de lo que produce adquiriendo un saldo acreedor con el extranjero. En 2008, España gastaba más de lo que producía; en 2013, menos.
– La sensación de «bienestar» de la gente se correlaciona con el gasto interno, no con la producción interna.
– El PIB de 2008 era de 1,087 billones; el de 2013, de 1,022 billones. La caída ha sido del 5,9%. Notable pero no impresionante.
– En 2008, el gasto interno era de 1,15 billones de euros. En 2013 fueron 0,98 billones. La caída ha sido del 14,7%. Mucho más significativo.
– Si sólo medimos la demanda nacional privada, el desplome 2008-2013 ha sido del 15,6%
– Imaginemos que haya habido un cierto maquillaje en las cuentas nacionales (no necesariamente consciente) de 2-3 puntos (muy alejado de las estimaciones que se están dando): con eso ya nos vamos a una caída de la demanda interna privada del 18-19%. 
– Así creo que se explica bastante bien la sensación de empobrecimiento generalizado sin necesidad de apelar a maquillajes mucho mayores; sobre todo teniendo en cuenta que esa caída de la demanda interna se ha concentrado en los trabajadores poco cualificados y con contratos temporales.

PIB, Fraude Fiscal y las Estimaciones Peligrosas

14/6/2014 El Confidencial

«Consistency is the last refuge of the unimaginative» Oscar Wilde.

Siempre comento que la labor de los políticos no es reducir el gasto, sino buscar formulas originales y divertidas de esconderlo.

Una de las más entretenidas es la famosa «sacar las partidas para que no cuenten como déficit». Como si no se pagasen.

Otra es referir los gastos y deuda «sobre PIB» (producto interior bruto), en vez de compararlo con ingresos y costes financieros. Se supone que al referirlo al PIB se hace homogéneo con respecto a nuestros países comparables, pero dentro de esa cifra se incluyen muchos elementos diferenciadores.

El primero es que una economía cíclica y orientada a servicios y exportadora como es la española no se puede permitir unos gastos fijos de administración que superen el 45% de la economía. Además, importa la distribución de dicho PIB. Cuando el Estado consume hasta el 50% del mismo se está contabilizando su capacidad de absorber recursos del resto de la economía de manera extremadamente generosa.

Otro muy relevante es el peso de los elementos estimados. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, el aporte de la revisión de inventarios explica más del 20% del crecimiento. A medida que se ha ido expandiendo el cálculo del PIB se incrementa el porcentaje de actividades que se estiman, comparado con aquellas que están contabilizadas adecuadamente. En el caso de Estados Unidos, la parte estimada del PIB es casi un 15%. En España, cercana al 20%. Es aquella parte de la economía no registrada, no sólo la sumergida, sino la riqueza de pequeñas cantidades.

Si, como se refleja en algunos análisis, el PIB de España fuera falso, se percibiría esa enorme diferencia en los activos financieros netos, cuya correlación es casi del 97% con el PIB

Muchos dudan de la veracidad del calculo de la riqueza nacional. Yo, por ejemplo, siempre lo comparo con la evolución de la riqueza financiera neta, que es un indicador de seguridad» sobre la fiabilidad del PIB. Si, como se refleja en algunos análisis, el PIB de España fuera falso, se percibiría esa enorme diferencia en los activos financieros netos, cuya correlación es casi del 97% con el PIB. Por lo tanto, no es lógico asumir enormes discrepancias, aunque la falta de correlación con los indicadores industriales sea real y evidente.

En ese análisis se muestra algo muy importante. Esa discrepancia entre lariqueza industrial y la total actual es precisamente la que nos debería llevar a alertar sobre los cálculos de gasto, déficit y deuda «sobre PIB». Porque el cambio de modelo económico y pérdida de una burbuja inmobiliaria que generaba 50.000 millones de euros de ingresos extraordinarios no nos puede llevar a asumir la misma capacidad de gasto y endeudamiento por la menor capacidad recaudatoria de los otros sectores.

Imaginen que tienen ustedes una empresa de construcción y una de hosteleria-exportación-financiera y la primera quiebra mientras las otras florecen. Traspasar todos sus gastos de administración y personal a la segunda empresa y mantener los costes fijos inamovibles les lleva a quebrar la segunda también.

La actividad económica, al perder un efecto tan brutal como la construcción y la obra civil, que llegaron a suponer el 22% de la economía del país, distorsiona…al alza y a la baja. Es decir, cuando crecíamos más que nadie el PIB no reflejaba esas enormes distorsiones alcistas -aumentaba menos- y lo mismo ocurre, en sentido contrario, al pincharse una burbuja, sobre todo cuando ésta era de enormes proporciones. Decrece menos.
Una de las grandes diferencias es la falta de correlación que hemos visto a nivel global entre demanda energética y PIB. Países como Alemania, Estados Unidos o Reino Unido han visto su demanda caer o permanecer inalterada mientras su PIB crecía, porque se ha pasado de un PIB industrial a uno mas orientado al consumo, y porque la eficiencia y sobrecapacidad de la década de exceso también afectan.

Ahora bien, nadie puede dudar de la originalidad de nuestros lideres internacionales cuando deciden añadir «prostitución y drogas» al producto interior bruto.

Incluir esas partidas genera un PIB aun más estimado. En Reino Unido se «calcula» la riqueza generada por la prostitución, de unos 9.000 millones de dolares, asumiendo el numero de prostitutas dado por la policía, y trasladando una correlación entre los gastos de «entretenimiento sexual» legal, las salas de strippers y los servicios de acompañantes junto al crecimiento de la población masculina, al resto de esa «estimada» prostitución. Simple, ¿verdad?. En el caso de las drogas, es aún más complicado, pues se hace -se lo juro- calculando el supuesto ahorro y renta disponible de los drogadictos y usuarios estimados. Se estima que el PIB de Reino Unido va a aumentar en 7.400 millones de dolares por este concepto.

En el caso de España, el incremento del PIB de 47.000 millones de euros no es todo actividades ilegales, gran parte viene de la revisión del censo y unos 15.000 millones vendrán de gasto en I+D, armamento y otros conceptos tecnológicos.

Lo que no puede permitirse es que la inclusión de hasta 32.000 millones de actividades ilegales y no registradas sean una excusa para decir que baja la presión fiscal

Lo que no puede permitirse es que la inclusión de hasta 32.000 millones de actividades ilegales y no registradas sean una excusa para decir que baja la presión fiscal, un ratio recaudatorio, porque el esfuerzo fiscal -lo que paga cada ciudadano- es el mismo.Casi el 40%, uno de los mayores de la OCDE. No puede ser una excusa para subir los impuestos añadiendo al producto interior bruto unas actividades que ni tributan ni sabemos si están correctamente estimadas.

Este nuevo PIB tampoco puede ser excusa para decir que baja la deuda o el déficit ni mucho menos que se puede aumentar.

Aumentar el déficit por este cambio incluyendo actividades ilegales es peligroso… Porque los que lo pagan son los mismos, ya que no seafloran ingresos ni riqueza que no estuviera ya aquí, ni va a tributar.

Que nadie le eche la culpa al INE. Los datos son los que son.

España en 2013 gastó 67.755 millones de euros más de los que ingresó, a pesar de subir todos los impuestos, y en 2014 aún será más de 45.000 millones por encima de los ingresos fiscales de burbuja.

Los intereses de la deuda, a pesar de la caída de la prima de riesgo, suponen casi un 10% de los ingresos totales. La deuda barata no soluciona nada.

Para ajustar “por los ingresos”y llegar al 3% de déficit sin cortar el gasto, se tendrían que aumentar los impuestos mucho más, hasta recaudar 32.700 millones.

Intentar recuperar ingresos solo vía “la lucha contra el fraude” sin atacar el gasto es peligroso, al confiar en unas estimaciones tan cuestionables como las citadas de prostitución y drogas, mientras se mantienen unos gastos ciertos y reales. Además es un engaño, ya que no se recaudaría ni de lejos la cifra necesaria para atajar el desequilibrio de las cuentas, sólo se conseguiría un efecto mínimo de una sola vez, y no soluciona el déficit estructural, de unos 40.000 millones anuales.

Según las estimaciones del sindicato de inspectores Gestha, no ha habido crisis, sólo se han sumergido beneficios. Un aumento de 60.000 millones de euros entre 2008 y 2012, nada menos.

Para que se hagan una idea, en 2007 los beneficios del Ibex 35 eran de unos 50.000 millones de euros y han caído hasta 20.000 millones en 2013, pasando por unas perdidas netas de 8.500 millones en 2012. Si aceptamos las cifras de Gestha, la economía sumergida no sólo genera mayores beneficios que el Ibex entero sino que, mientras las grandes empresas veían como sus beneficios caían un 60%, la economía supuestamente sumergida crecía más que los beneficios de cualquier multinacional y duplicaba la evolución del Ibex. Sorprendente.

El problema de estas «estimaciones de cuento de la lechera» es que, igual que referenciar los gastos, déficit y presión fiscal a este nuevo PIB, no cambia nada. El agujero aumenta mientras le dicen que van a recaudar miles de millones más algún día.

Lo que se paga, lo que se gasta, y lo que le cuesta a usted es lo mismo.

Cambiar el PIB para incluir estimaciones de economía ilegal no me parece mal como ejercicio de análisis. Como excusa de una Europa de estados hipertrofiados para gastar más y hacernos trampas al solitario es un error.Porque no cambia nada. El sistema es igual de insostenible.

Evitemos la próxima crisis de deuda

17/5/2014 “Central banks, no matter how clever, cannot prevent crises”. Larry Elliott

Caer en la complacencia y la euforia tiene enormes riesgos cuando la recuperación es tan frágil.

Mientras Alemania y España mostraban ser los únicos motores de crecimiento de la Eurozona en el primer trimestre, la deuda pública ha seguido aumentando hasta casi un 95% sobre PIB entre los países del euro. Lo comentábamos en octubre, la deuda sí es el problema. Dejarse llevar por la caída de las primas de riesgo a mínimos de la serie histórica sin atacar de manera agresiva el gasto y el endeudamiento hace que ciertos “sustos” cobren especial relevancia. Son una señal de alerta.

El jueves, las primas de riesgo se disparaban en toda la Eurozona –en algunos casos hasta un 16%- ante el rumor –posteriormente desmentido- de que el Gobierno griego podría imponer un impuesto retroactivo sobre los inversores en bonos soberanos.

En el mercado hay miedo a un retorno de las políticas intervencionistaspor parte de gobiernos que piensan que las inversiones son donaciones. Y ocurre cuando esos mismos gobiernos se entregan a la complacencia de que “lo peor ha pasado” y empiezan a hablar, debate tras debate pre-electoral, de gastar y aumentar los déficits.

No se nos debe escapar que este repunte agresivo de las primas de riesgo coincidía a su vez con los mensajes de Jens Weidmann del Bundesbankapoyando posibles estímulos monetarios del banco Central Europeo, queanalizábamos hace unas semanas aquí. Así que nadie puede echarle la culpa a Merkel y los socorridos chivos expiatorios germanos tan queridos por nuestros defensores de “la culpa es de todos menos mía”. Es una prueba adicional de que la caída de la rentabilidad de los bonos europeos ha tocado fondo. Mucho cuidado con la burbuja de bonos ya que, con o sin estímulos del BCE, alcanza niveles de saturación.

El episodio del jueves es un “susto” puntual que no debemos ignorar, como cuando nos sale un lunar sospechoso. Los Estados están demasiado cómodos ante una trampa de exceso de liquidez de 180.000 millones de euros en Europa, añadido al dinero que sale de mercados emergentes y entra en los mercados europeos tras disiparse el riesgo de ruptura del euro. Este exceso de liquidez lleva a perpetuar la burbuja de bonos, y los Estados ignoran los errores de caer en ella. Estamos preparando la siguiente crisis si caemos en dicha trampa. No se soluciona reduciendo el aumento del déficit y echándose a dormir, sino recuperando los límites establecidos -3% déficit y 60% deuda/PIB-.

¿Por qué? Porque debemos evitar tirarnos en plancha y sin flotador a ese mismo escenario que criticábamos en 2010-2011, la dependencia de los «malvados» mercados, a los que hoy adoramos porque compran nuestros bonos a un tipo de interés similar a Estados Unidos y a los que maldeciremos el día que los vendan. La actitud pro-cíclica de los Estados de utilizar las épocas de bonanza crediticia para endeudarse más es el error de la cigarra.

En una conversación con Bloomberg me preguntaban si nos enfrentamos a uncambio de tendencia para los bonos españoles o simplemente a una toma de beneficios. En mi opinión, es una combinación de ambos factores. Los inversores han pasado de no tener nada de deuda europea en sus carteras a estar sobreponderados. Ha sido una inversión adecuada, pero como todo, tiene un recorrido. Además siempre es un riesgo mantener bonos europeos en medio de unas elecciones en las que los candidatos tienden a dar mensajes agresivos y populistas.

Los bonos periféricos deberían cotizar a una prima baja, como explica el grafico cortesía de Goldman Sachs, al reducirse el riesgo sistémico europeo. Las dudas sobre la banca y el euro son mucho menores. Sin embargo es incuestionable que existe un entorno de complacencia cuando las primas de riesgo caen a mínimos históricos mientras la deuda sube y los déficits siguen sin ajustarse adecuadamente. El mercado de bonos es siempre una comparativa entre riesgos equiparables y el de la periferia simplemente no es equiparable al de Estados Unidos o Reino Unido.

Comentaba ya hace unos años que no se sale de una crisis de la mano de las mismas medidas que la crearon: un endeudamiento excesivo y gasto muy por encima de las posibilidades de la economía bajo el mantra de “invertir en la recuperación”. Si la crisis de endeudamiento saltaba hace siete años con una OCDE que superaba el 300% de PIB de deuda total –pública y privada-, estamos saliendo de ella con un 350%. Y, además, estamos trasladando riesgo a unos bancos centrales descapitalizados, como si la expansión de los bancos centrales no se pagase. La pagamos todos, sea con impuestos, inflación, perdiendo el valor de nuestros ahorros en devaluaciones o todo junto.

Toda esa deuda, barata o no, se tiene que refinanciar en un futuro. La liquidez extrema y la euforia crediticia no duran eternamente. Stiglitz y Krugman mienten cuando dicen que no importa el total de deuda mientras el coste sea bajo. Japón, con casi un 240% de deuda sobre PIB, se gasta un 22% de su presupuesto anual en pagar intereses de la deuda a pesar de pagar sólo un 0,6% por sus bonos a diez años. Un coste “artificialmente bajo” porque el 87% de su deuda se la comen los propios japoneses en fondos, planes de pensiones y seguridad social.

La deuda adicional y los déficits como “instrumento para salir de la crisis” han demostrado ser un cuento tras dilapidar cientos de miles de millones en estímulos en Europa para acabar peor

DOS VARIABLES CLAVE: BALANZA POR CUENTA CORRIENTE Y CONSUMO

La última crisis de deuda se generó cuando los países más endeudados vieron su consumo desplomarse y sus déficits por cuenta corriente dispararse, como muestra “House of Debt”. Una combinación letal que nos llevaba a creernos que no pasaba nada porque nos engañábamos diciendo que “tenemos margen”.

Hoy podemos estar orgullosos en Europa, y España en particular, de haber corregido los brutales desequilibrios de la época de los “estímulos”. En España el déficit por cuenta corriente llegó a ser de 94.000 millones de euros, una monstruosidad. En 2013 se registraba superávit de 7.130 millones y un déficit menor de 6.400 millones en febrero de 2014. Sin embargo, elconsumo sigue siendo la asignatura pendiente, aunque se haya frenado la caída. Con una política depredadora de aumentos de impuestos ese consumo es el talón de Aquiles que puede relanzar la crisis de deuda si los gurús de Bruselas se lanzan, como en 2008, a suplir el consumo privado con gasto público y planes de estimulo estatales.

Salir del agujero de “estimular la demanda agregada desde el gasto público” y sanear la balanza por cuenta corriente nos ha alejado del riesgo de caer en otra crisis de deuda a pesar del alto déficit de las Administraciones Públicas.Ahora toca relanzar el consumo. O preparamos la siguiente crisis de deuda. Paga usted.