“You´ve gone too far ‘cause you know it don’t matter anyway” Daryl Hall.
Algunas de las frases más repetidas sobre los rescates a Grecia –y otros- son “el dinero no se ha ido al pueblo, sino a los bancos” y “se ha beneficiado a la banca alemana y francesa”. Como es ya habitual, dichas frases demuestran un profundo desconocimiento de lo que es un rescate y de los mecanismos de crédito.
¿Qué es un rescate?
Un país pide un rescate ante la decisión de que no puede atender a sus vencimientos de deuda. La razón por la que lo pide en vez de hacer impago es porque percibe –con razón- que dicho impago mermaría de manera irreparable sus posibilidades de mantener un mínimo de gasto público y acceder a los mercados internacionales. Lean “Las Consecuencias Reales de un Impago”. De la misma manera, un rescate como el que se ha hecho a las cajas públicas en España, es una ayuda para cubrir un agujero patrimonial, no un regalo. Si no se cumple, las condiciones son muy duras. Esto se tiende a olvidar.
Un rescate no es una donación. Es un préstamo.
Todos los rescates en toda la historia se usan para pagar vencimientos actuales y refinanciarse más barato. Todos. No existe un solo caso que no sea así.
¿Se convierte deuda privada en deuda pública?
No. Hay muchos errores en la afirmación “se rescató a los bancos alemanes”.
Grecia tenía contraídos préstamos con la banca francesa y alemana en 2011 de 138.000 millones de euros. Esos créditos tenían para Grecia un coste alto y una corta madurez (periodo de vencimiento) fruto del alto riesgo de la economía griega.
Ante el rescate, Grecia decide repagar esos préstamos “caros” ya que se le concede por parte del FMI, el BCE y la UE un dinero a menor coste y mayor periodo de madurez. Como el estado griego es deficitario (gasta más de lo que ingresa), el dinero cubre las necesidades de refinanciación, no se reparte como aguinaldo.
Un rescate es una ayuda para cubrir un agujero patrimonial, no un regalo
Grecia, así, tras una quita y una reestructuración, pasó a tener un coste inferior a la media de las Unión Europea (2,4% del PIB en intereses) y el periodo de repago –maduración- más alto (15,6 años) de los socios.
¿Los estados europeos se quedaron con los bonos de los malvados bancos alemanes?
No se cambia de tenedor privado a público. Es un error enorme. Se cancelan préstamos y, como el estado pretende seguir gastando más de lo que ingresa “para crecer” se renegocian nuevos con entidades internacionales (FMI, BCE, UE) con términos más favorables que los de mercado.
Los bancos franceses y alemanes no solo sufrieron la quita de los bonos griegos (un 70% a bonistas privados) sino que el repago ni recapitaliza a dichos bancos ni les supone un beneficio (en el mejor de los casos, si no hubieran asumido la quita, cero). No tiene usted más que ver el impacto en los resultados publicados de los bancos de las provisiones (realización de pérdidas). Sólo entre 2011 y 2012 los principales bancos alemanes elevaron a pérdidas hasta el 50% de su cartera de bonos griegos.
Por supuesto, ante una quita y un gobierno poco fiable, pocos bonistas privados iban a financiar al estado griego. Por eso los mayores acreedores son el BCE, el FMI y los socios de la UE. No es que “se convierta deuda privada en pública” es que no te presta nadie más que los organismos socios.
La deuda griega, además, no supone mayor deuda pública para los países que decidieron unilateralmente participar en el rescate. Para el que presta es un activo, una inversión, y solo sería deuda pública si Grecia hace impago.
Los principales bancos alemanes elevaron a pérdidas hasta el 50% de su cartera de bonos griegos
¿Quién se beneficia del rescate?
El país rescatado. Que se financia más barato, a más largo plazo. Ese es el gran beneficiado. No existe beneficio para un banco que sufre una quita en sus bonos ni para los estados, FMI o BCE que ayudan a Grecia, o al país que sea, con condiciones mucho mejores a las que tendría si hiciese impago.
Un rescate, por lo tanto, no es un plan de estímulo, es una ayuda para cubrir necesidades de financiación con mayor crédito.
¿Por qué sube la deuda tras una quita y un rescate?
Si un estado sigue tirando de déficits –más deuda- anuales del 7-8% la bola vuelve a aumentar. Si no se reforma y se mantiene el estado hipertrofiado, el crédito generado por el rescate se usa para cubrir gastos corrientes. Si no se incentiva el crecimiento, entonces la deuda se dispara igualmente.
Es curioso que se acuse a la austeridad del aumento de la deuda. Es como acusar a la dieta de que engorde. Lo que ha hecho que el agujero griego volviese a máximos en pocos años es una reducción de gasto insuficiente y cosmética que no ha atacado los problemas de competitividad, intervencionismo y dificultad para crear empresas, que es lo que impide crecer a Grecia.
¿Si son insolventes por qué se les presta? Alguien ganará algo…
Esta es la pregunta del millón. Es una decisión política y de solidaridad, pero efectivamente muestra el incentivo perverso del rescate. El que lo hace mal recibe una ayuda, mientras que el que lo hace bien se ve forzado a prestarle.
Esa es la razón por la que la UE o tantos otros acreedores, ante un rescate, exige condiciones adicionales como venta de activos.
Por supuesto que el estado puede decidir soberanamente no aceptar ni el rescate ni las condiciones… Y salir al mercado a ver a qué tipo y qué plazo se financia… Si accede.
¿Y el rescate a las personas?
Esta frase es mi favorita. Esas personas no entienden que en estos rescates las personas son las más beneficiadas. Sin el FMI y el BCE la seguridad social y las pensiones griegas habrían quebrado hace mucho tiempo. En un rescate precisamente se valora el impacto sobre las personas del desastre que viene tras el impago. Por eso se solicita crédito.
El concepto de que un rescate es un chollo para los acreedores es simplemente falso. Les recomiendo el artículo de The Economist “More On Debt and Democracy».
El problema es que nuestra progresía manirrota equipara los conceptos democracia y dignidad, con déficit y crédito. Y no lo son. Precisamente si lo que quieren es “no depender de los mercados” y liberarse del “yugo de los bancos” lo que deberían defender es la austeridad. Pero no, aquí estamos para que nos presten mucho y baratito y si no queremos, declaramos la deuda odiosa y no pagamos. Pero que nos presten más. La solidaridad con el dinero de los demás.
La solidaridad y el apoyo existen. Las donaciones eternas, no.