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Más Merkel, mejor Europa

21/9/2013 El Confidencial

«However the Germans vote on 22 September, Berlin’s attitude to the EU is not going to change much» –  Charles Grant

Hace dos semanas, Angela Merkel y Peer Steinbruck, principales candidatos a canciller alemán, mantuvieron un debate electoral en la televisión. Fue un encuentro sosegado, sin estridencias ni grandes acusaciones. No hubo calificativos negativos hacia la política de ajustes presupuestarios, sino todo lo contrario. Comentándolo con amigos alemanes, me decían: «La obsesión con la mal llamada austeridad es un problema de otros países, aquí la gente entiende que las cuentas hay que cuadrarlas«.

Merkel finalizaba el debate con un discurso que incluía una frase interesante: «Han sido cuatro buenos años«. Las cifras económicas son claras, las cuentas públicas en superávit, un crecimiento esperado del 1,7% en 2014, y el menor nivel de paro en décadas, 6,8%.

Las elecciones, aunque se den distintas combinaciones de coalición, van a ser, con altísima probabilidad, un éxito para Merkel. Y eso es bueno. Ninguno de los grandes partidos, aunque haya una gran coalición, cuestiona el espíritu de las políticas que se han llevado a cabo. Tampoco se cuestiona el apoyo a Europa, pero hay elementos muy importantes que tienen implicaciones relevantes para el resto de países.

– La Unión Bancaria: el modelo que se nos vende en los países de la periferia parece como si fuera una especie de solución idílica a una banca hipertrofiada (320% del PIB de Europa) y con importantes problemas de capitalización y morosidad, pero en Alemania se considera –correctamente – una «monetización de deuda por la puerta de atrás» (Die Welt) y empezar la casa por el tejado cuando aún no se han llevado a cabo los procesos de recapitalización necesarios, incluidos los de sus propios bancos.

– Política energética: un gran debate en Alemania ha sido el enorme incremento de las tarifas eléctricas a los consumidores por las gigantescas subvenciones a la energía solar. Tras 100.000 millones de euros en primas, las tarifas finales han subido un 50% entre 2008 y 2013, con el componente verde (EEG) duplicándose. En los debates ya se habla de recortes a las primas y del riesgo de exclusión social tras haber cortado la luz a 60.000 clientes que no podían pagar las desorbitadas facturas. Puede tener serias implicaciones sobre la política energética de la Unión Europea, orientándola hacia la competitividad más que a objetivos supuestamente climáticos.

– Rescates a otros países y déficits: una gran parte del debate político se ha centrado en el riesgo de otro paquete de apoyo a Grecia y el propio Der Spiegel criticaba al gobierno de Merkel por dar cifras de la contribución alemana a los rescates muy inferiores a las reales. Sobre la estabilidad presupuestaria, una Alemania en superávit volverá a ser un referente de las políticas a llevar a cabo en Europa. En España siempre se dice que Alemania se saltó el límite de déficit para encarrilar su economía y que hoy no permite lo mismo a otros países. Cuando llevamos seis años consecutivos incumpliendo el déficit con apoyo de Alemania, del BCE y de la UE, es una afirmación cuando menos sesgada. Pero además, Alemania lo hizo durante un periodo muy corto de tiempo, con unos planes de ajuste muy agresivos, y recobrando la estabilidad en menos de tres años. No seis.

– Pensiones y modelo social: Alemania ha aceptado unos enormes recortes desde el “Plan 2010” de Schroder en 2003 con el objetivo de recuperar la competitividad y estabilidad económica, pero se percibe que el resto de países no está dispuesto a tomar esas medidas y que los beneficios no los están viendo los ciudadanos alemanes, sino los países rescatados, por eso un 57% está en contra de dar más dinero para rescates.

– Banco Central Europeo: en las elecciones no existe ningún partido importante que busque cambiar el mandato del banco central, y se ve con recelo la posibilidad de una nueva bajada de tipos que aumente aún más la excesiva liquidez del sistema y los incentivos perversos para que los estados continúen sin reformar.

La percepción que existe en algunos entornos económicos de que tras las elecciones veremos una relajación en la postura alemana con respecto a Europa no se ve en ninguna de las formaciones políticas. Porque desde Alemania lo que se cree es que no existe firmeza, sino tolerancia máxima al incumplimiento.

De hecho sorprenden las acusaciones hacia Merkel y Alemania, que son a veces delirantes, en países que incumplen sus propios objetivos y sus propias estimaciones año tras año. Hacerse trampas al solitario y culpar a otro.

Eso sí, a medida que se confirme la recuperación europea, con un crecimiento estimado del 1,1% en 2014 (Eurozona), y todos los países en territorio de crecimiento positivo en dicho año, aunque sea modesto, veremos menos necesidad de medidas agresivas. Aunque las reformas siguen siendo necesarias, sobre todo con países que gastan hasta un 20% más de lo que ingresan. El modelo alemán ha sido mucho más efectivo para salir de la crisis que las propuestas francesas de gastar hasta la derrota final. En 2013, Francia generará un déficit adicional del 4% del PIB, mientras Alemania genera superávit. Es interesante, porque Alemania y Francia tenían déficits y deuda similares solo hace diez años. Alemania tomó el camino de las reformas y Francia el de “aguantar y esperar”.

El gran escollo es la creación de empleo. Alemania puso en marcha losmini-jobs y ha alcanzado dos objetivos, que se genere rotación de los sectores de baja productividad y con sobrecapacidad a otros nuevos, dando formación desde el trabajo, y reducir el paro al 6,8%. Ha sido una formula positiva para recolocar a empleados de sectores en declive.

Otro escollo para la creación de empleo es la excesiva carga impositiva, con una presión fiscal cercana al 52%. En estas elecciones se incluye la propuesta de Angela Merkel de bajar impuestos tras muchos años de ajustes.

Alemania no es nada sin el resto de Europa, y viceversa. Es el segundo país, tras Francia, al que más exportamos los españoles. Ese comercio debe seguir acrecentándose. Ya se han relajado los objetivos de déficit de la mayoría de los países y la supuesta «presión alemana» es, en realidad, aceptar los incumplimientos a toro pasado.

En España se oye muchísimo eso de «ellos se beneficiaron de nuestra burbuja«. Parece que olvidamos que nosotros tenemos el nivel de acceso a mercados financieros y a ayudas del BCE también gracias a ellos. Nadie puede negar que todos los países se han beneficiado del boom crediticio de la UE y que hoy todos deben manejar la resaca.

El compromiso de apoyo a Europa se mantendrá firme gane quien gane. Pero no va a ser un cheque en blanco como el de 2008, que llevó a la UE a gastar un 1,5% del PIB en estímulos para destruir cuatro millones y medio de puestos de trabajo.

Alemania vivió el error de esos estímulos de 2008 y en junio de 2010 introdujo el mayor recorte de gasto público en sesenta años, el Zukunftspaket(paquete de medidas para el futuro) junto con un plan financiero a medio plazo (2010-2014), que incluía recortes hasta alcanzar el 0,35% de déficit objetivo. Más de un tercio de esos recortes se daban en la seguridad social y administración.

A pesar de la crisis, el déficit del Estado cayó del 4,3% en 2010 hasta un superávit de 0,2% en 2012. Y habiendo cumplido los objetivos para el año 2014 con creces con dos años de antelación, el ministro de finanzas Bertrand Benoit anunciaba en julio nuevos recortes de 6.100 millones de euros. Esa política, la de no cejar en las reformas, es absolutamente esencial para una Europa fuerte, no una colección de estados sobredimensionados, endeudados e ineficientes.

Las elecciones alemanas, si gana Merkel, supondrán continuidad para el resto de Europa. Y eso es bueno. El proceso de recuperación no puede hacerse desde una clase donde todos los alumnos suspenden. Tiene que hacerse superando los objetivos individuales… Así es como se fortalece la Unión Europea. La política de prudencia presupuestaria, mal llamada austeridad, debe seguir en marcha.

Ahora que estamos viendo la recuperación gradual, con todos los escollos y dificultades indiscutibles que tiene, es cuando debemos acelerar las reformas y poner las bases para que no vuelva a pillarnos el invierno tocando el violín y con la despensa vacía.

El ataque a Siria y el verdadero riesgo petrolero

31/8/2013 El confidencial

‘The question is not whether there will be a military action against Syria. The questions are «who?», «what?», and «when»?’ – Analista SocGen

En 1973, Hafez-Al-Assad era presidente de Siria. Entre ese año y 1982 el régimen llevó a cabo una campaña de terror sistemático contra la oposición, que culminó con la masacre de hasta 40.000 personas tras la rebelión de la ciudad de Hama. Al-Assad se mantuvo en el poder hasta el año 2000, año en que le sucedió su hijo, Bashar, actual líder sirio. Durante todos esos años, la indignación y críticas internacionales al régimen siempre terminaron en mucho ruido y pocas nueces.

Ahora se repite una situación similar. Más de dos años de confrontación civil, 100.000 muertos según Naciones Unidas y un problema geopolítico muy importante.

Yo he tenido la oportunidad de viajar varias veces a Damasco y el silencio deOccidente ante los excesos del régimen se explica muy rápidamente paseando por las calles. La secularización de la sociedad siria siempre se ha visto como un beneficio mayor que el problema de opresión y falta de libertad.

ChinaRusia Irán apoyan al régimen de Bashar Al-Assad.

La posición de Rusia es lógica. Tiene comprometidas inversiones en el país que superan los 20.000 millones de dólares y es el mayor suministrador de equipamiento militar al país. El apoyo de Irán es político, ya que Siria ha sido un aliado tradicional en su política en Oriente Medio, anti-israelí, y de financiación de Hamas Hezbola. Pero, ¿qué pinta Chinadefendiendo tan ardientemente al régimen sirio y amenazando con vetar las resoluciones de Naciones Unidas? Al fin y al cabo, no tiene ni intereses comerciales, ni políticos evidentes con el régimen sirio.

Lo que China probablemente asuma es que un ataque a Siria puede tener unefecto contagio sobre el resto de la región. Y el país asiático ha invertido en los últimos años 200.000 millones de dólares en adquisiciones de activos petroleros y recursos naturales, más del 60% de esa cantidad en África y Oriente Medio. Sinopec acaba de comprarle a Apache un tercio de sus activos en Egipto, por ejemplo. No está la cosa para apoyar cambios de régimen en ningún país.

El ataque a Siria, para Estados UnidosReino Unido y sus aliados es un caso difícil de «mal si lo haces, mal si no lo haces» (damned if you do, damned if you don’t). Por el lado estratégico es un avispero, donde no se tiene claro si merece la pena apoyar a una oposición yihadista, y potencialmente cercana aAl-Qaeda, como comentaba el artículo de El Confidencial. Es complicado dar una patada y crear otro conflicto como el de Irak cuando ambos bandos en Siria tienen aspectos negativos para los intereses de Occidente. Se ha convertido en una elección de “mal menor” geopolítica. Un tema que, si les interesa, les recomendaría el magnífico libro de Michael IgnatieffThe Lesser Evil.

Por el lado económico, no es un potencial beneficio como lo era Irak. Siria no produce más de 50.000 barriles al día y en el máximo de 2011 producía solo 350.000 barriles/día, comparado con los 2.800.000 barriles/día de Irak.

Siria es irrelevante en términos de producción, y sus campos no son muy atractivos como inversión, con una rentabilidad media de 10% a $100/barril.

En cuanto al riesgo de suministro… Pues muy bajo. La capacidad ociosa de laOPEP se encuentra en niveles más que positivos, 1,9 millones de barriles/día, los inventarios de crudo de la OCDE aumentaron en 11,9 millones de barriles y acumulan 2.7 millones de barriles. Mientras, en EEUU la revolución del petróleo doméstico ha llevado a que el país importe menos de 8 millones de barriles, la cantidad más baja en 17 años. El suministro mundial creció, subiendo 575.000 barriles/día en julio hasta 91.85 millones de barriles/día. Vamos, que no falta petróleo en ninguna parte del sistema.

Y si Siria no supone un problema de suministro, ¿por qué se dispara el precio del crudo?

Fundamentalmente por una percepción exagerada de riesgo geopolítico, que añade una prima al precio del petróleo que había perdido gracias a la revolución del shale oil en Estados Unidos.

Hay que tener cuidado con un precio que está inflado por una expectativa de conflicto generalizado que tiene muy pocos visos de realizarse. La famosa primavera árabe tuvo muy poco impacto sobre un mercado extremadamente bien suministrado, donde Arabia Saudí y los países excedentarios han cubierto con creces las necesidades creadas por cualquier bache de producción, incluido el embargo a Irán.

Pero también hay un elemento fundamental que apoya un precio superior a los 100 dólares/barril de Brent. Las exportaciones de crudo libio se han desplomado a 330.000 barriles/día, menos de la mitad de lo esperado, entre protestas, huelgas y paradas de producción.

Para algunos también existe un riesgo de que el conflicto sirio reavive los problemas en Irak, que ha sufrido ataques en el oleoducto del norte. Varios inversores temen que Irán promueva ataques en el sur de Irak, afectando a dos millones de barriles/día de exportaciones en el complejo portuario deBasrah. Sin embargo, conocidos y colegas que trabajan en el sector petrolero en Irak dudan de ese riesgo, y la seguridad privada lleva a cabo un seguimiento extremadamente detallado de todo lo que ocurre en el puerto. Esa es una de las razones por las que las transacciones portuarias son tan lentas en el sur.

Eso sí, el miedo es libre y puede hacer que el petróleo, si rompe los 120 dólares/barril, suba hasta los 140 dólares/barril sin justificación fundamental a corto plazo.

La pregunta del millón es si el petróleo se dispara a 150 dólares/barril, como vaticinan algunos, aunque sea por una preocupación injustificada, ¿Qué efecto tendría en la economía global? El análisis que siempre comento es que hasta que la factura petrolera –lo que se gastan los países en importar crudo-no alcanza el 7,5-8% del PIB global, no se da un impacto relevante. Actualmente no llega al 6%. Además esa factura está reduciéndose dramáticamente en Estados Unidos, por ejemplo, un 17% en lo que va de año.

Lo que sí afecta a las economías es el coste de un ataque a Siria, estimado en 13 millones de dólares diarios, escalando a unos 120 millones semanales si es un ataque estilo libio, con otros 800 millones de dólares por establecer zonas de exclusión, según me comentan amigos de la administración en EEUU. Teniendo en cuenta que Estados Unidos sobrepasará el techo de deuda otra vez en octubre -16,7 billones de dólares “de nada”-, el coste no es un asunto irrelevante.

Como siempre, un entorno de precios crecientes beneficia a las empresas de servicios petroleros, que aumentan sus márgenes y beneficios, y las productoras independientes. Como les he comentado desde hace muchos años, cuidado con jugar en bolsa el precio del petróleo a través de los grandes conglomerados europeos integrados, que generaban una rentabilidad sobre el capital empleado (ROCE) de 13% a 11 dólares/barril y a 110 dólares/barril tienen exactamente los mismos retornos en la inversión. Porque los costes se les disparan, pierden producción en las concesiones (aparte de los que están expuestos a Libia, porque los contratos de concesión de los países productores les ceden menos barriles a las petroleras cuando sube el precio) y, por supuesto, merman sus márgenes en los negocios de refino.

Puede que el ataque a Siria se produzca este fin de semana. Puede que sea limitado. Lo que tenemos claro es que estos “ataques concentrados y rápidos” siempre han sido bastante menos limitados y mucho más prolongados en el tiempo –y en coste- de lo que se estimaba al lanzarlos. Veremos.

Para el mercado de petróleo, la crisis de Siria, como la primavera árabe, será de nuevo una prueba de lo engrasada que esta la máquina de sustitución de crudo de un país a otro. Como en 2011, estoy seguro de que nos sorprenderá positivamente. No preveo ningún problema de suministro. Y la prima de riesgo geopolítica puede durar uno, dos o tres meses, pero con un mercado bien suministrado y cada vez menos dependiente de Oriente Medio, se desvanecerá.

 

«La parada en seco». El riesgo en mercados emergentes

24/8/2013 El Confidencial

Did anyone ever notice that the emerging markets of today are the same emerging markets of the 1890s?” – David Callaway

“The Fed’s policy can have unintended consequences”- Richard W. Fisher

¿Se acuerdan en el cenit de la crisis europea cuando nos decían una y otra vez que nuestras empresas estaban muy baratas por su exposición a Latinoamérica? ¿Saben por qué no se oye ahora? Los mercados emergentes están mostrando enormes señales de debilidad. La última,México, que mostró un decrecimiento del PIB del 0,7% en el segundo trimestre comparado con las expectativas de crecimiento de 0,3%. Un país cuyo crecimiento depende enormemente de las exportaciones, mostraba una caída no esperada.

Pero México no es un enorme problema. Seguirá creciendo al 1,8% en 2013. El riesgo de los mercados emergentes no es solo de crecimiento menor de lo esperado en Brasil, México, India, o China. El gran dilema es lo que en laCity se llama el sudden stop. Una parada en seco en el flujo de inversión de capitales.

Una de las consecuencias de los planes de estímulo monetarios de los últimos años ha sido la inflación extrema en los activos de riesgo. Lo hemos comentado muchas veces en esta columna. Estados Unidos exporta inflación a las economías semi-dolarizadas y emergentes. Y algunos de los activos favoritos han sido los bonos de mercados emergentes. Hasta tal punto que, como comentábamos en La gran burbuja, hemos visto a emisores de bonos de bajísima calidad crediticia acceder al mercado a tipos extremadamente bajos.

Sin embargo, ante la posibilidad de que los estímulos innecesarios de laReserva Federal se reduzcan, hemos visto una oleada de retirada de fondos sin precedentes.

– Las reservas de los bancos centrales de países emergentes han perdido ya 81.000 millones de dólares pero las necesidades de financiación han aumentado un 7% y los déficits por cuenta corriente dan señales de alarma.Morgan Stanley y Citigroup lo alertaban en sus respectivos informes ¿Qué pasa si se para la marea? Y El optimismo está en la playa.

– La inflación excesiva y el desplome de las monedas locales han disparado los déficits por cuenta corriente de los países latinoamericanos. La inflación llega hasta el 40% en Venezuela, el 25% en Argentina, y las cifras alcanzan el 8-10% en la mayoría de mercados en desarrollo. Fíjense en India, donde los precios de algunos alimentos básicos se han disparado hasta un 46% en un año.

– El acceso a crédito barato y dólares a todo trapo de la máquina de imprimir de la Reserva Federal ha hecho  que gran parte de los países y empresas de mercados emergentes hayan tomado esa liquidez excesiva, a razón de 10.000 millones de dólares mensuales, según cálculos de varios bancos de inversión, como algo normal. Una inflación de activos de riesgo de renta fija del 150% medida como capital adicional y menor coste de financiación. Y lo hemos comentado muchas veces, los periodos de liquidez excesiva no se utilizan para reducir riesgo y fortalecer las economías, sino que se asumen como un nuevo paradigma de normalidad. Hasta que baja la marea, y se ven los bañistas que van desnudos.

El riesgo no es fácil de cuantificar, pero según nuestro análisis interno puede llegar a un 0,5% del PIB global en 2013. Recuerden el impacto de la pinza de crédito credit crunch en la OCDE en 2008.

Desde luego, las consecuencias sobre el crecimiento y la estabilidad económica de los países emergentes pueden ser muy relevantes. La combinación de altísima inflación, déficits por cuenta corriente y pérdida de reservas de dólares en los bancos centrales nunca ha sido una ecuación ganadora. Y las tres variables se deterioran muy rápidamente.

Indonesia ha perdido el 13% de sus reservas de divisas en tres meses,TurquíaUcrania, India han mostrado cifras parecidas. Argentina un 12% en cuatro. Esto es importante porque para los países es muy necesario contar con dichas reservas ante un escenario incierto y de dificultades financieras.

Muchos de estos países y empresas tienen deuda externa en dólares y cada vez menos divisa norteamericana para cubrir sus compromisos.

La situación de inestabilidad económica de muchos de estos países no había sido un tópico de discusión en la Reserva Federal hasta que el mundo empezó a preocuparse por el brutal colapso de la rupia india de 55 contra el dólar a 65 esta semana. Varios amigos en Washington empezaron a preguntar, de manera diplomática, sobre los riesgos. Y desde luego, no son pequeños, con la inflación disparada y un déficit por cuenta corriente del 4,8% del PIB, India no ha visto sus exportaciones mejorar ni siquiera con el colapso de su moneda.

Un sudden stop tiene efectos globales. Tiene un impacto relevante sobre labanca europea, muy expuesta a Latinoamérica, y en las empresas multinacionales del viejo continente, que empieza a vislumbrar la salida de la recesión. Porque el riesgo de impago se dispara. Y tiene consecuencias directas muy importantes en la banca británica y americana, por su exposición a Asia y África. Pero, sobre todo, genera dificultades para que estos países en desarrollo, con necesidades de refinanciación creciente, acudan a los mercados de capitales tras la bonanza de los años del helicóptero monetario.

Pero ojo, para España y la Unión Europea no son tan malas noticias. Los países emergentes no están exportando mucho más, entre otras cosas por el recorte de demanda interna de la OCDE, y la salida de capitales de países en desarrollo a ‘países de bajo riesgo’ eleva las posibilidades de entrada de dinero y caída de las primas de riesgo en Europa. No es que sea un beneficio enorme, pero la rotación de activos financieros saliendo de alto riesgo a países defensivos siempre ha beneficiado a la Unión Europea y Estados Unidos. Aunque sea un beneficio a corto plazo, ya que el riesgo de que se dispare el euro y el dólar contra las otras monedas, y a la vez se contraiga el crecimiento de los mercados de alto potencial, hace que todo el sistema entero vaya hacia la desaceleración.

¿Cómo se evita un sudden stop? Me dirán, con razón, que es mucho mejor no haber creado este enorme océano de liquidez artificial y de riesgo. Que hubiera sido mejor no hacer creer al mundo que cada año se creaba un billón de dólares de boleto de lotería para inflar activos. Pero ya está hecho. Ahora no es fácil, pero la mejor manera de evitar un susto en algún enorme país en desarrollo es precisamente hacer lo que está haciendo la Reserva Federal.  Meter el pie en el agua pero no mojarse mucho, decir que sí va a parar los estímulos y luego decir que no. Jugar, como decía Al Pacino en The Devil’s advocate (Pactar con el Diablo, de Taylor Hackford, 1997) a ser el “peor casero del mundo”.

Estaremos atentos. Puede ser un susto manejable o una bola de nieve, pero no es irrelevante.

España, tocando fondo

27/7/2013 El Confidencial

“It’s not how far you fall, but how high you bounce that counts.” ― Zig Ziglar

Hace ya un par de meses que comento en distintas entrevistas que los indicadores mostraban que España está tocando fondo y dando señales de mejoría. Nadie puede negar que en el pasado siempre he dudado de los llamados “brotes verdes”, pero la acumulación de datos esperanzadores es significativa.

Merece la pena resaltar dos cosas:

  • Los datos positivos empiezan a parecer plausibles para la comunidad inversora, cautelosa con los eternos “estamos mejorando” de nuestro país que terminan por ser espejismos. El informe de UBS Spain is getting better, y los análisis de muchos fondos lo ponen de manifiesto.
  • Hay que evitar el riesgo de complacencia y entregarse al voluntarismo. La fragilidad de la economía sigue siendo enorme y, como vimos en el pasado, ralentizar las reformas y mantener los problemas estructurales puede llevar al país a estancarse. Tocar fondo y mantenerse en él es el mayor riesgo que llevo mencionando meses. La japonización de España y otra década perdida.

Los datos de la EPA esta semana y los que se esperan del PIB lo confirman. Que el paro baje hasta el 26,26%, 225.000 personas menos, es positivo. Incluso si queremos tomar los datos con toda la cautela del mundo por estacionalidad, muestran que la tendencia de acabar con la destrucción de empleo, que empezó a mostrarse tímidamente en abril, es ahora evidente.

Pero hay datos que me parecen muy relevantes. El Índice de Gestores de Compras (Purchasing Manufacturers Index) se situó en 50 en junio, que es el nivel a partir del cual la economía se empieza a acercar a la posibilidad de expansión. Los depósitos bancarios también han crecido después de años de caída, subiendo un 0,46% a 1,48 billones de euros en junio.

Pero el más relevante para mi es la fortaleza de las exportaciones, tanto en volumen como en margen para las empresas, que muestra cómo un país puede vender fuera de manera espectacular sin caer en la trampa fácil de devaluar.

El ministro Luis de Guindos resaltaba esta semana la importancia a largo plazo del ajuste interno llevado a cabo por España. Es muy relevante porque, al contrario que la devaluación de la moneda, no supone un aumento desproporcionado de las importaciones y de la inflación. Un ajuste mucho más duradero y positivo a largo plazo que devaluar para nada.

Comparen el impacto del ajuste español en las exportaciones y las cuentas del Estado comparado con Japón y su alocada decisión de hundir su moneda. Nuestras exportaciones han alcanzado un máximo histórico absoluto y relativo a Europa, pero nuestro balance por cuenta corriente –diferencia entre lo que vendemos y lo que importamos- no se ha deteriorado; de hecho, ha mejorado hasta ponerse en superávit. Mientras tanto, Japón exportaba un 10% más, pero sus importaciones se disparaban, agrandando su agujero con un déficit por cuenta corriente astronómico, a máximos históricos (180.000 millones de yenes).

Esta mejora no es solo por la muy necesaria caída de la demanda interna. No necesitamos más planes E y gasto inútil. La mejora de las exportaciones y sus márgenes demuestran una combinación de esfuerzo empresarial y apuesta por el valor añadido.

Otro elemento importante a resaltar es que el endeudamiento de las empresas se ha reducido a niveles de 2006 y que, tras las caídas generalizadas de los últimos años, empezamos a ver a grandes compañías multinacionales mostrar mejores cifras en España (IBM, L’Oreal, Carrefour)

¿Dónde debemos centrar la atención para confiar en esta tímida recuperación?

El consumo sigue cayendo. Es esencial que el gobierno comprenda que la renta disponible debe mejorar, no por aumentos forzados de salarios, que llevarían a que el paro se mantenga a máximos al no incorporar a trabajadores potenciales, y prolongar la recesión, sino por bajadas de impuestos. Es la única manera de mejorar el consumo y reactivar la economía. En el informe de BBVA Consumption Outlook First Half 2013 muestran claramente esa importancia.

Déficit y deuda excesivos. El hecho de que no haya presión para reducir el déficit por debajo del 6,5% en 2013 y 5,8% en 2014 no quita el riesgo de que tal cantidad de nueva deuda, más de 130.000 millones de euros, suponga un enorme lastre para una economía que ya supera el 90% de deuda sobre PIB. Y que el entorno actual de tipos bajos, apetito inversor y primas de riesgo moderadas puede cambiar en una economía global en desaceleración.

Reforma de la administración y ajustes. El gobierno resalta que el ajuste estructural ha sido de 4 puntos de PIB y que se han reducido 300.000 puestos públicos, pero eso no quita que el gasto en salarios no ha bajado significativamente y que el peso del gasto público es aún extremadamente alto (casi el 50% del PIB incluyendo empresas publicas). Relajar los ajustes manteniendo el gasto excesivo tiene un efecto negativo inmediato, en una economía tan frágil, sobre la inversión, el consumo y el empleo. No quiero contarles lo que puede ser si se ponen a aumentar gastos. La emisión bruta de deuda (€136.000 millones) y la neta (€76.000 millones) sigue a máximos históricos, casi cuatro veces superior a la media de 2005-2007. Merece la pena vigilar este problema porque España sigue a un paso de bono basura según Moody’s y S&P. Una bajada de calificación y se desmorona el castillo.

La mora bancaria seguirá subiendo, hasta probablemente el 13% por el proceso de reconocimiento de préstamos refinanciados que son incobrables, lo cual seguirá dificultando el crédito, pero la banca española ya no es un peligro de caja negra donde nadie sabe lo que se esconde. Se ha llevado a cabo un proceso de transparencia y exigencia de capitalización que no es comparable a otros países de Europa. Ya saben que mi miedo está más en la banca francesa y alemana que la nacional.

La reforma energética, como comentábamos la semana pasada aquí, ha generado inquietud entre los inversores ante el riesgo de que los recortes se extiendan. El hecho de que el ministro Soria haya discutido con inversores y reconocido abiertamente las decisiones y el enorme problema de sobrecapacidad que sufre España es una iniciativa importante que debe repetirse a menudo para que en el gobierno entiendan las preocupaciones, oportunidades, riesgos y consecuencias.

España ha hecho avances, pero está lejos de la línea roja, y ha perdido 10 puestos en la clasificación de países con mayor libertad económica de la fundación Heritage fundamentalmente por las subidas de impuestos. Ahora toca profundizar en las reformas, bajar impuestos y liberalizar de verdad, y así recuperar esos diez puestos y otros tantos más.

En el mercado se percibe un interés genuino porque España demuestre ser el primer gran éxito de la mal llamada “austeridad” europea, que no es más que moderación presupuestaria. La prueba de que la solución más acertada y adecuada para corregir los excesos de la década de borrachera inmobiliaria y obra civil es el ajuste interno. Lo demostró Alemania con su exitosa “Agenda 2010” lanzada en 2003, un ajuste muy agresivo que garantizó que el empleo bajase del 11 al 7,2%, la seguridad social tenga hoy superávit y el país cercenase su déficit estructural. Espero sinceramente que no nos relajemos y pensemos que lo hecho hasta ahora es suficiente, porque no lo es, y demostremos lo que todo el mundo dice en Londres. When Spain does well, it rocks. Cuando España lo hace bien, se sale.

Me voy a tomar unos días de vacaciones para terminar mi próximo libro,Viaje a la Libertad Económica, que publicará Deusto en invierno. Espero que nos volvamos a encontrar llenos de energía a final de mes. Les deseo un feliz verano.