Siempre que los populistas hablan de impago-reestructuración, etc., lo venden como si se pudiese hacer default y, a la vez, gastar más y, por supuesto, barato.
Un chollo, vaya. Pues no.
Según el estudio de 275 casos de impago de los profesores Boreinstein, Panizza y Levi-Yeyati, las consecuencias son:
– Un impacto negativo en el crecimiento del país de un 0,6% a un 1,2% mínimo.
– Un desplome del crédito concedido, al perder la confianza internacional, del 40% de media.
– Caída del comercio exterior del país del 8% de media.
– Quiebra generalizada de pymes porque se seca el crédito. La pérdida de acceso a los mercados internacionales es inmediata y no solo el Estado, sino las empresas, encuentran costes más caros, plazos más cortos… si hallan financiación.
– Y lo menos importante, una pérdida en intención de voto al Gobierno que hace impago del 17%.
En el momento que un país comete impago, las huchas de la Seguridad Social y pensiones quiebran.
El 90% de la hucha de la Seguridad Social y de las pensiones españolas o griegas está invertido en deuda soberana. En el momento en el que un país hace impago, quiebran ambas. Y no se puede ‘desligar’ el impago a ‘sólo los extranjeros’ o ‘todos menos la SS y las pensiones’.
Primero, los pleitos internacionales contra el país se sucederían. El “default técnico” llevaría, como ha ocurrido en todos los países que lo han hecho, a hundir su capacidad crediticia privada y estatal.
Los “recortes” que tanto odian serían inmediatos y reales porque el país no tendría acceso a financiar el déficit y los ingresos fiscales caerían una media del 10%.
Eso sí, ahora hablan de «impago selectivo», que es hundir la seguridad jurídica igual, autoconcederse la decisión de quién impaga y quién se queda de pagafantas y, además, no genera ninguna confianza. Es como decirle a alguien que le vas a pegar medio puñetazo.
Pero incluso si «solo hacen impago al FMI»…
Fíjense en la lista de países que han hecho impago al FMI. Sierra Leona, Zimbabue, Cuba, Somalia… Todos han visto más sufrimiento y dificultades para familias y empresas tras sus impagos y un periodo prolongado de entre siete y ocho años hasta empezar a ver la luz tras el default.
¡Pero seremos libres!
Recordemos a Ecuador, donde Correa hizo impago de 3.200 millones de dólares para acabar dependiendo de China a un coste muy superior (7,5%) a menor plazo (8 años). Y Ecuador tiene petróleo… Bueno, lo tiene ahora China.
O Argentina, donde en 2005 Kirchner rechazó al FMI para entregarse a préstamos de Venezuela al doble de interés.
¿Qué hacemos? ¡Imprimir!
Cuando Néstor Kirchner asumió el poder, el dólar no llegaba a los tres pesos. Hoy es cercano a 9,10 (el oficial, el real es casi 13). Sólo unas pocas monedas han perdido más valor que el peso argentino entre 2003 y 2015: las de Guinea, Venezuela, Bielorrusia, Seychelles y Congo. Argentina ocupa el sexto lugar en cuanto a destrucción monetaria, seguido de Etiopía. Empobrecimiento de todos. ¡Y tiene petróleo!
O Islandia, un país más pequeño que Bilbao. Siempre recomiendo leer «Qué es lo que realmente ocurre en Islandia, (porque estoy harto de que difundan mentiras)» –»What is actually going on in Iceland (because I´m tired of you people spreading untruths)»–.
En dicho artículo, se explica el papel dominante que sigue ejerciendo localmente el Fondo Monetario Internacional, cuyas recomendaciones han sido implantadas completamente y prueban que Islandia es un país intervenido.
Otra falsedad es la idea de que Islandia no rescató a los bancos. Les inyectó, sólo a sus nuevos bancos nacionales, alrededor de 0,27 billones de coronas, casi el 20% del PIB del país.
Pero la crítica más furibunda se produce cuando aborda la cuestión de la falsa condonación de las deudas a los ciudadanos locales. Léanlo.
¡La culpa es del que me prestó por fiarse! Magnífico. Pues gracias por decir que no es usted fiable y sus propias estimaciones de solvencia eran falsas. Y no te prestan más. Adiós credibilidad y acceso a mercados.
En cualquier caso, lo veamos como lo veamos, lo que no ha existido NUNCA es el cuento que nos venden los aprendices de brujo totalitarios disfrazados de ángeles sociales: impago y mayor gasto público real. Nunca.
La Arcadia feliz de un país que no cumple sus compromisos pero puede gastar más es un unicornio que se convierte en pesadilla cuando se desploma la recaudación por falta de acceso a mercados… aunque se dedique a imprimir una moneda que nadie quiere, ya que sólo crea hiperinflación y corralitos cada vez que las reservas de divisas se vacían.
Y ya es para caerse de risa hablar de impago y aumentar el límite de déficit. ¿Quién va a financiar ese déficit?
Por supuesto que existen reestructuraciones de deuda en muchos países y sectores privados. Pero NINGUNA supone reestructurar y gastar más. Ni mucho menos endeudarse más.
Al final, las soluciones mágicas salen muy caras y a lo que se pretende ayudar es lo que más sufre. Las familias y clases bajas.
El impago no tiene nada de social. Es la constatación mundial de que no somos fiables. Y eso se paga. Siempre.
El Confidencial 3 de julio 2015