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El estímulo innecesario y peligroso del Banco Central Europeo

El Confidencial 26/4/2014

“Investors face a difficult bet on eurozone QE. It may never happen.“  James Mackintosh

No existe política más convencional que bajar tipos y aumentar masa monetaria.  Que lo llamen “no convencional” es como llamar “novedad” al último escándalo de Keith Richards. Desde Nerón o los revolucionarios franceses con los assignats hasta Maduro y Kirchner, siempre ha habido alguien dispuesto a manipular la masa monetaria bajo la premisa de que “no va a pasar nada” y “esta vez es diferente”. En Europa, cuatro años después del último mega-estimulo, quieren repetir.

Al hablar sobre los problemas de Europa partimos de un error de diagnóstico:

  • No es por falta de crédito y estímulos, sino por exceso. Lo explico en“Viaje a la Libertad Económica”. La Eurozona llevó a cabo la mayor expansión crediticia de su historia entre 2000 y 2011, un aumento del 59% de crédito sobre Producto Interior Bruto (PIB) (fuente: EBA). Solo entre 2008 y 2011, Europa dedicó 200.000 millones de euros —un 1,5 % del PIB de la Unión Europea—en políticas de estímulo, y el BCE aumentó su balance en 1,1 billones de euros para casi quebrar a varios países, incluido España, y de paso destruir cuatro millones y medio de puestos de trabajo.
  • No hay deflación. Hay desinflación por el exceso de capacidad creado en esa época. Lo explico en mi artículo “El cuento de la deflación». La inflación en la eurozona ha alcanzado el 0,5% en marzo, fundamentalmente por la caída de los precios de la energía (caída de Brent y precio de carbón y gas). El Banco Central Europeo sabe que el IPC esconde el truco de las medias. Fíjense en el IPC de España, supuestamente en “terrible riesgo de deflación” en marzo de 2014. En equipos fotográficos (-14%), equipos telefónicos (-12%) y joyería (-12%), efectivamente han bajado los precios. Ahora, en pescado (+3,2%), leche (+4,4%), fruta en conserva y frutos secos (+6,5%), legumbres (+3,2%), queso (+2,2%), gas (+2,3%), electricidad (+6%) colegios (+3,5%), seguros (+4,1%) y agua (+3,3%) han subido, y bastante. De hecho, utilizando los datos del IPC de marzo de 2014, los gastos esenciales de una familia (comida, escuela, gas, electricidad, seguros y servicios) han crecido en una media del 3,1%. El propio Wall Street Journal comentaba que la baja inflación no sólo no ha afectado negativamente a la recuperación de la Eurozona, sino que ha ayudado a mejorarla.

Pero es importante resaltar que ninguna de las razones aducidas para llevar a cabo estímulos se cumple. Ni por coste de deuda, ni inflación, ni crecimiento, ni inversión, ni necesidad de exportar.

  • No hace falta más liquidez. La liquidez en el sistema es ya excesiva, llevando a las bolsas a máximos y a las primas de riesgo de todos los bonos, privados y públicos, a mínimos. Las estimaciones de crecimiento de la Eurozona se siguen revisando al alza, con todos los países con índices manufactureros en expansión y un crecimiento estimado del 1,5% en 2014. Para que se hagan una idea, superior al esperado para Japón que aumenta su masa monetaria un 40%. Muchos países de la Eurozona se están financiando a los tipos más bajos de la serie histórica (España al 3,07%). Las inversiones productivas han aumentado un 5,8% con respecto a 2013, a un ritmo de 0,9% mensual, como muestra el grafico cortesía de ABN Amro. Y el porcentaje de empresas que ha anunciado aumentos de inversión se ha elevado al 60% en marzo.
  • Intentar devaluar el euro es inútil. Con un euro apreciándose de 1,22 a 1,38/dólares, las exportaciones de la Eurozona aumentaron más que el comercio mundial, alcanzaron récords históricos y un superávit comercial (la diferencia entre lo exportado e importado) jamás visto. En España exportamos más y mejor, registrando la segunda mayor subida de exportaciones del mundo sin hundir la balanza comercial, como de 2004 a 2009 donde alcanzamos un déficit de 94.000 millones de euros. Las exportaciones de la Eurozona siguen aumentando un 1,2% en febrero ajustado por estacionalidad y no sólo aumentan en cuota global, sino en valor añadido. Devaluar el euro artificialmente es pegarnos un tiro en el pie, porque el 78% de las transacciones en euros globales se hacen entre miembros de la Eurozona y porque en una Europa importadora neta, el precio de lo que compramos subiría brutalmente, como les ha pasado a los japoneses, donde el coste de las importaciones se les ha disparado y su déficit comercial se ha cuadruplicado hasta alcanzar máximos históricos.

El BCE necesita mucha más información para tomar un decisión, es cierto. Mario Draghi comentaba en una reunión reciente que todos estos datos, de los que está bien informado, hacen que la decisión de tomar medidas de estímulo no sea tan urgente y necesaria como nos quieren vender algunos. Ni el BCE está incumpliendo su mandato (“inflación cercana o inferior al 2% en el largo plazo”) ni las variables macroeconómicas que muestran la aceleración de la recuperación justifican medidas adicionales solo cuatro años después de estímulos, LTROs y todo tipo de apoyos.

El balance del Banco Central Europeo se ha disparado un 120% desde 2004 (un 11,7% anual). Que se haya reducido un 30% desde los niveles máximos no significa que deje de ser una locura en un banco central que tiene menos de un 3% de capital. Deberíamos celebrar que Europa va a crecer y salir de la recesión creada por el exceso y la burbuja de 2004-2011 reduciendo el balance del BCE y sin hundir la balanza comercial.

En cualquier caso, el mayor problema que tiene el BCE es que no puede llevar a cabo el estímulo que el Club de la Impresora le exige para justificar una subida de las bolsas y que los estados sigan gastando como oligarcas sin petróleo.

Primero, el mercado de activos que puede comprar el BCE es muy limitado. Se habla de un QE (expansión cuantitativa) de un billón y medio de euros (1,5 trillones americanos), pero el mercado de titulizaciones (Asset Backed Securities) no llega a los 100.000 millones de euros, con emisiones trimestrales inferiores a 23.000 millones de euros. Todas las titulizaciones soportadas por activos no alcanzan los 63.000 millones trimestrales(fuente HSBC “QE in Europe”), un total de 1,5 billones (trillones americanos). El BCE causaría unas enormes distorsiones comprando el 100% de esos activos y todavía no llegaría al supuesto estimulo anunciado.

Por ello, para alcanzar la cifra rumoreada, el BCE tendría que aventurarse a comprar bonos corporativos periféricos, con el riesgo de empaquetar y esconder que tantos éxitos dio con las hipotecas sub-prime, o deuda senior de bancos. ¿Ven hacia dónde vamos? A empujar al BCE a hacer otro enorme rescate bancario con el dinero de todos ustedes. Porque el dinero del BCE viene de sus impuestos, señores, no del aire, y su balance lo soportan ustedes.

Se está utilizando la inexistente deflación para dar otro cheque en blanco al sector financiero con la excusa de que así “volverá el crédito”. Pero el crédito ya está recuperándose, como vimos aquí, pero jamás va a volver a ser el exceso de 2004-2011.

El que realmente se crea que en Europa se va a arreglar el problema del paro con una inyección de estímulos monetarios de ese calibre debe responder a tres preguntas. Si es así ¿Por qué se destruyeron 4,5 millones de puestos de trabajo tras el último plan de estímulos? Tras aumentar un 120% el balance del BCE, ¿por qué no ha bajado el paro, sino que ha subido?  Y, si creen que aumentando la inflación se va a reducir el paro, ¿por qué no ocurría cuando teníamos una inflación del 4%?.

La inflación no soluciona la deuda. Reino Unido ha tenido una inflación del 3,3% anual entre 2007 y 2013 y la deuda ha aumentado un 15,2% anual en medio de recortes… Porque lo que gastamos también sube. Y mucho.

La solución a Europa, a su paro y a sus problemas estructurales no es otro cheque en blanco al endeudado e ineficiente, sino bajar impuestos, cercenar el gasto burocrático que entorpece el crecimiento y dar condiciones para que las empresas inviertan. Seguridad jurídica y aumentar la renta disponible. Sin ello, todos los estímulos monetarios que hagan para lo único que sirven es para esconder los problemas estructurales. Lo que yo llamo cubrir de chocolate el pimiento jalapeño. Cuando lo muerdes, pica igual.

Europa empieza a recuperarse de una manera sostenible y no tirando de delirantes políticas de demanda interna que nos han llevado a un 30-40% de sobrecapacidad en infraestructuras, energía y obra civil. Pero sigue siendo un continente intervencionista y burocrático, con un gasto público y unos niveles de deuda que entorpecen de la actividad económica. Pensar que un estímulo monetario va a cambiar esos problemas estructurales es engañarnos

Desigualdad, pobreza e ideología

19/4/2014 El Confidencial

“El Estado del bienestar hace confortable la pobreza, y penaliza cualquier intento de salir de la misma”. Thomas Sowell

Mucho se ha discutido esta semana sobre los datos de pobreza ydesigualdad. Parece a veces que el gobierno actual llegó a España en un vergel de igualdad y riqueza y lo ha destruido todo. Pero de esas terribles cifras todos tenemos la culpa.

Para los amnésicos pre-electorales de la desigualdad y la pobreza, merece la pena recordar que:

  • La desigualdad en España (coeficiente de Gini) se situaba en el 30,7 en 2004 comparado con el 30,6 de los 27 países de la Unión Europea. Entre 2004 y 2011, la desigualdad aumentó un 11% mientras gastábamos en planes sociales, de estímulo, cheques y todo tipo de gastosprotectores. En la UE 27 se mantuvo a niveles de 2004. El que parte, reparte y se lleva la mejor parte.
  • La pobreza crónica en la infancia creció un 53% en España desde 2004 a 2011, según Ayuda en Acción. La tasa de pobreza infantil en España pasó del 26,2% en 2007 a casi el 30% en 2011, subiendo cuatro puntos en cinco años.
  • El porcentaje de niños en hogares con un nivel de pobreza alta fue del 13,7% en 2010, la tasa más alta de todos los países de la Europa de los 27, sólo por debajo de Rumanía y Bulgaria. El número de hogares con niños que tenían a todos sus miembros adultos sin trabajo creció un 120% entre 2005 y 2011.

Tras analizar las tablas de Eurostat del periodo comprendido entre 1996 y la actualidad, podemos concluir que la desigualdad bajó en los años de gobierno de José María Aznar, creció durante la Administración Zapatero y ha vuelto a reducirse entre 2012 y 2016, ya con Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa.

En concreto, Eurostat cifra en 31 puntos el Coeficiente Gini que heredó Zapatero de Aznar en 2004. Esta medición, en la que obtener 0 puntos supondrían un reparto plenamente igualitario de los ingresos, subió a 31,9 puntos entre 2004 y 2008, aumentando después hasta los 34 puntos que marcó en 2011.

En el primer año de Rajoy, la desigualdad habría subido ligeramente, pasando de 34 a 34,2 puntos. Sin embargo, en 2013 se habría reducido dicha tasa, que cayó hasta marcar los 33,7 puntos.

Eurostat no solamente mide la desigualdad con el Coeficiente Gini, sino que también analiza esta cuestión estudiando qué porcentaje del ingreso nacional se queda en manos del 20% más rico. Los datos vuelven a desmontar el discurso de las formaciones políticas de izquierda.

Así, este indicador conocido como el 80/20 entre los expertos bajó en los años de Aznar (del 6% al 5,2%) y creció en la era Zapatero (del 5,2% al 6,3%). Con Rajoy al mando, este indicador llegó al 6,5% en 2012 para caer después al 6,3%.

España es uno de los países de Europa con menor desigualdad de riqueza. El índice Gini de riqueza (la métrica más habitual para medir la desigualdad económica) para España es 0,67, uno de los menores de Europa junto con Bélgica (0,63) e Italia (0,67), y muy lejos de los países europeos con mayor desigualdad en la riqueza como son Dinamarca (0,89), Suecia (0,81), Austria (0,78) o Alemania (0,78)

La pobreza afecta solo al 5% de la población:

Según el informe de Foessa para Cáritas (lean) «Aunque los ingresos siguen siendo la variable más decisiva para analizar la pobreza económica, el ciclo económico iniciado a mediados de los años noventa se caracterizó por el crecimiento económico acelerado, una notable expansión demográfica vía inmigración, el incremento del empleo y el aumento del ingreso medio por habitante».

Asimismo, «las condiciones materiales de vida […] mejoraron a lo largo del periodo: la dificultad para llegar a fin de mes y la falta de acceso a bienes de equipamiento del hogar o actividades de consumo como una semana de vacaciones pagadas fuera de casa al año, disminuyeron de forma continua hasta el inicio de la crisis», asevera.

Las situaciones de carencia muy severas, por el contrario, «afectan a un bajo porcentaje de familias»: «en torno al 4% en el caso de España, como promedio a lo largo del periodo 2004-2012». Y «el porcentaje de familias en privación material severa solo es del 5%, y era de un 3,5%» antes de la crisis.

Valga como muestra el siguiente gráfico, en el que se observa la población que no pudo permitirse comer carne, pollo o pescado una vez cada dos días en 2013 (menos del 4%), según Eurostat.

O la población mayor de 65 años que no pudo permitirse comer carne, pollo o pescado una vez cada dos días.

Menos pobreza que en los años 90:

Igualmente, resulta muy relevante que, «cojamos el indicador no financiero de privación material que cojamos, estamos mejor que en los 90″, aclara el economista Juan Ramón Rallo.

 (cortesía Manuel Llamas)

Por lo tanto, no es “este gobierno” o “los recortes”. Ni el anterior y su “política social” hicieron nada estrujando la chequera hasta secarla. Es un problema mayor. Un enorme gasto en protección social (26% del Producto Interior Bruto) que demuestra el fracaso absoluto del asistencialismo y de su administración.

Gastar en protección social unos cuatro puntos menos sobre el PIB que la media de la UE y tener un 11% más de desigualdad, dos veces más paro y siete regiones entre las 10 con más desempleo no es consecuencia “de la crisis”, como si la crisis fuera un ovni que hubiera caído por sorpresa.Es consecuencia de un modelo económico equivocado y un estado asistencialista, empobrecedor y excluyente.

Por eso, el debate se centra en el elemento equivocado. El gobierno de mi equipo o del otro y quién es capaz de rascar otros cuantos miles de millones del bolsillo del contribuyente para “gestionar” la supuesta generosidad del estado para –ejem– combatir la pobreza. Crear pobres es crear clientes, y con ello votantes. La pobreza y la desigualdad son sólo una excusa para disponer de más fondos y crear unos cuantos observatorios donde colocar amigos.

El debate es como salir de la espiral de pobreza. Y eso sólo se consigue fortaleciendo a la clase media y aumentando la renta disponible.

LA AMNESIA

Echarle la culpa a uno u otro inquilino de la Moncloa es extremadamente cómodo por dos razones:

  • Refuerza en la psicología popular que los políticos y los presidentes son los Reyes Magos y solucionan los problemas con su varita mágica.
  • Evita reducir un estado burocrático, confiscatorio y dinosáurico que entorpece la creación de empresas, ralentiza el crecimiento económico muy por debajo de su potencial e impide que los sectores pujantes florezcan y sustituyan a nuestro bienamado ladrillo, que es lo que todos los que van “contando baches en mi ciudad” quieren reavivar. Otro plan E.

En definitiva, crea clientes. El que se conforma con una ayuda asistencial de 400 euros, si se le aprieta un poco, siempre puede aceptar 300.

Fernando Sánchez-Dragó comentaba que “el Estado del bienestar convierte al hombre en súbdito, en oficinista, en funcionario, en niño pitongo de beca permanente, en clase pasiva”. El asistencialismo se ha convertido en una excusa para el bienestar del Estado. Y, como comentamos en mi post “Gasto político” , se disfraza como coste social mucho gasto inútil, administraciones duplicadas, etc.

IGUALDAD O PROSPERIDAD

Las políticas redistributivas donde se niega el exceso de gasto público para sostener administraciones injustificables no están creando ni prosperidad ni riqueza, ni combaten la desigualdad. Solo la perpetúan. Porque son una zancadilla a las oportunidades para que la población salga adelante.

Fíjense en el paradigma que nos quieren vender: Obama.

La política implementada en 2007 de imprimir moneda, subir impuestos y gastar más ha beneficiado fundamentalmente al 0,1% de la población –ni siquiera al 1%-, mientras  el número de norteamericanos bajo el umbral de la pobreza se disparaba a 46,5 millones (30 millones, una brutalidad, conGeorge W. Bush, 17 millones con Clinton). Luego les dicen que el paro ha bajado al 6,7%, pero han sacado a 11,6 millones de personas de las listas, el nivel más bajo de participación laboral desde 1978. ¿Dónde está el 0,1% que se beneficia? En Wall Street Washington. En Inglaterra, Gordon Brown yTony Blair hicieron lo mismo. El que parte reparte y se lleva la mejor parte.

Los que piden inflación y políticas monetarias deberían revisar el inexistente impacto positivo sobre las clases bajas. Su renta media ha caído entre un 2,6% y un 5% desde la llegada de Obama.

La pobreza sólo se combate con crecimiento, libertad económica y poniendo la alfombra roja a los emprendedores, a los autónomos. Aumentando la renta disponible de las personas, no cercenándola a impuestos para luego repartir algo en ayudas.

Sostener un estado hipertrofiado y ahogar a los sectores económicos a impuestos y burocracia nos lleva a tener los mismos problemas que teníamos hace diez años. Y en unos años, el equipo contrario al que gobierne se llevará las manos a la cabeza diciendo “la pobreza y la desigualdad se disparan con este gobierno”.

Ya va siendo hora de dejar de autoengañarnos. Los presidentes no crean empleo ni los gobiernos arreglan el mundo, ni la economía va mejor por meter un billón más en el bolsillo de Wall Street. Ningún consejo de ministros y ningún comité van a cambiar el modelo productivo. Lo hacen ustedes.

Otro plan de estímulo, otro chute de liquidez brutal, no les va a hacer a ustedes menos pobres, y sólo agranda el enorme peso del sector financiero y la deuda pública. Luego, cuando explota, le echan la culpa a los mercados y vuelve a empezar. Represión financiera.

En un país en el que el 70% del valor añadido lo crean las pymes y la mayor parte del empleo, los héroes son esas empresas, los autónomos y los ciudadanos que sobreviven. Y ellos son la solución a la pobreza. No otra chequera en blanco. Porque, desde luego, regar el sistema asistencialista de dinero no ha servido para nada.

La solución no es gastar más. Hundir a la clase media para sostener un estado hipertrofiado y repartir migajas no beneficia a nadie a la larga. Si fuera así, ¿por qué los sistemas intervencionistas y redistribuidores no tienen pleno empleo y riqueza para todos?

Solo se agranda el agujero. Lo haga ObamaHollandeBushBlair o los nuestros. Y, sobre todo, las soluciones mágicas de imprimir, endeudar y crear inflación no han evitado en ninguno de los casos enormes recortes y empobrecimiento.

La solución es abrir puertas, libertad económica, crear oportunidades para todos y permitir el ahorro que lleva a la prosperidad. No desincentivarlo.

Lo comento en “Viaje a la libertad Económica”: los sistemas intervencionistas se preocupan mucho por los pobres. Por eso crean millones de ellos cada año.

La solución no es gastar más. Hundir a la clase media para sostener un estado hipertrofiado y repartir migajas no beneficia a nadie a la larga. Si fuera así, ¿por qué los sistemas intervencionistas y redistribuidores no tienen pleno empleo y riqueza para todos?

En un estudio de James Gwartney y Robert Lawson (Economic Freedom of the World) se muestra que el 10% más pobre de la población de los países con más libertad económica tienen una renta per cápita de más de 7.000 dólares  frente a los 728 dólares de las naciones peor clasificadas. Las clases bajas y medias se benefician mucho más de la libertad económica que de los sistemas intervencionistas. La población vive hasta 20 años más y la calidad medioambiental y de vida es muy superior en los países con los mayores índices de libertad económica.

Aumentar la renta disponible, reduciendo impuestos, y recortar gastos. Dejar que esas pymes y autónomos crezcan, no ahogarlos para recuperar ingresos de burbuja inmobiliaria.

Lo sabían Margaret Thatcher y Ronald Reagan, por eso durante sus mandatos, la política de mejorar la renta disponible reduciendo impuestos aumentó en Reino Unido un 34% la renta per cápita real para las clases más pobres y un 39% en Estados Unidos. No buscaban la igualdad, buscaban la prosperidad.  Entre 1979 y 2007, la renta en Estados Unidos para las clases bajas subió un 18% y para las clases medias, un 40% (Congressional Budget Office). Desde 2008, esas cifras no han aumentado, y para los pobres, ha caído.

Si ustedes realmente se creen que en el mundo hoy se llevan a cabo las “mismas políticas” que en la época de Reagan y Thatcher, les han colado el mayor gol de la historia. Pocas veces hemos visto mayor control estatal sobre la actividad económica y financiera que en los últimos 14 años.

La libertad económica ha hecho más por reducir la pobreza que ninguna otra política. Si seguimos pidiendo políticas de igualdad, sólo conseguiremos más de lo que tenemos. Mediocridad.

Gracias a Diego de la Cruz, Manuel Llamas, Expansión y Libertad Digital por algunas de las citas.

Vuelve el crédito

12/04/2014 El Confidencial

“Our national debate about business funding has been impoverished by an insistence on looking to banks to provide the single answer” Andrew Freeman

Una noticia alentadora en el frágil proceso de recuperación económica de España es que el crédito se dinamiza y está creciendo antes de lo que muchos, incluido yo, pensábamos. En términos interanuales, el crédito al consumo, según el Banco de España, aumenta en febrero un 32,4% y el crecimiento de nuevas operaciones de hasta un millón de euros (las pymes) fue de un 5,98%. Por supuesto, no hay que echar las campanas al vuelo, pero se pueden extraer varias conclusiones.

Los bancos han llevado a cabo un proceso de recapitalización muy relevante yhan dejado de ser un problema de desconfianza generalizada. Eso no quita que aún queden grandes temas por resolver. Una tasa de mora del 13-14% que proviene de muchos años de clasificar los préstamos de difícil cobro de manera cuanto menos generosa y una exposición a deuda soberana que aún supera los 270.000 millones de euros. Pero también una mejora muy sustancial de la solvencia y capital. Es esencial empezar a romper el efecto crowding out (cuando el Estado acapara el crédito disponible y hunde el acceso al crédito de familias y empresas). Las Administraciones Públicas han visto multiplicar su acceso al crédito mientras el resto de sectores (otros sectores residenciales) perdían financiación.

Muchas veces me dicen que no existe tal efecto, sino que “no hay crédito solvente privado” y “se prefiere prestar a las Administraciones Publicas”. ¿No es curioso? Si miramos la regulación bancaria proveniente de la Unión Europea veremos que no es así.

Esta semana he tenido el placer de participar en un evento organizado por el fondo de inversión Axiom, especializado en el sector financiero, bajo el sugerente título de “Perdidos en la Regulación”, en el que pudimos discutir en detalle sobre el exceso de reglamentación del sector bancario.

Uno de los errores más graves de la regulación bancaria europea ha sido que penalizaba, inconscientemente –espero-, la financiación a pequeñas y medianas empresas. Al estallar la crisis, y ante la falta de concreción y claridad en el cálculo de préstamos de difícil cobro, se impusieron unas exigencias de capital mínimo (la cantidad que el banco debe usar de capital propio para prestar) que hacían extremadamente difícil prestar a pymes, ya que el coste para la entidad financiera era demasiado alto. A su vez,se daba un tratamiento extremadamente generoso a la deuda soberana, considerándola prácticamente “sin riesgo” si se mantenía hasta vencimiento.

En la conferencia de Axiom, uno de sus socios, David Benamou, experto en regulación bancaria, comentaba que ese incentivo perverso (penalizar el crédito empresarial e incentivar el público) se ha intentado solventar en la última tanda de reglamentos europeos. «Punto 44, Articulo 501” (para que no falten folios de burocracia), donde se especifica que “los requisitos de capital por exposición a crédito de pymes se multiplicarán por un factor de 0,7169”(“Capital charges for exposures to SMEs should be reduced through the appli­cation of a supporting factor equal to 0,7619 to allow credit institutions to increase lending to SMEs”).

¿Qué significa esto? Que Bruselas, por fin, en vez de penalizar el préstamo a pymes, lo incentiva. Por ello creo que en los próximos meses veremos una mejora del crédito a empresas, a medida que acompañan las expectativas económicas y la calidad de los proyectos. Todo ello, con unos bancos más sólidos.

Lo han escuchado infinidad de veces. “Malvados bancos, se han llevado cientos de miles de millones y no prestan a familias y empresas”. “Que fluya el crédito”.

Existen varios errores en esas afirmaciones

  • Entre 1996 y 2010, el exceso crediticio llevó a que España aumentara su endeudamiento un 200%, la mayor expansión crediticia vista en las economías más agresivas, por encima de China o Tailandia. Los préstamos al sector inmobiliario llegaron a alcanzar el 43,4% del Producto Interior Bruto (PIB). Pretender que “vuelva el crédito” a esos niveles es simplemente imposible, y además no deseable.
  • El crédito como panacea para el crecimiento y no su calidad. España ha salido de la recesión y va a crecer más del 1% en 2014 en un entorno de contracción del crédito a empresas en términos absolutos, porque partíamos de un exceso. La desaparición del sector inmobiliario promotor explica el 80% de la caída del crédito a empresas. En Reino Unido van a crecer a un 2,9% en 2014 después de años de reducción de crédito a empresas, 2014 incluidoEs muy importante recuperar la calidad de los proyectos financiados. Hablar del crédito a grandes rasgos nos puede llevar a los mismos errores de la época de la burbuja.
  • Inyectar dinero en las cajas –públicas todas- o conceder avales no garantiza aumentar el crédito. Recapitalizar es cubrir un agujero, no es una garantía de que se pueda aumentar la cartera de préstamos. Lo mismo con los avales. Cuando a usted le avala un familiar para contratar una hipoteca eso no hace que usted pueda comprarse muchos pisos.
  • En Europa y España, la financiación a empresas es bancaria en más de un 80%; en Estados Unidos no llega al 30%. Tenemos que potenciar la financiación privada, como comentaba en mi post hace unos meses. Más financiación privada llevará a que se reduzca el riesgo de acumulación y se equiparen los intereses de prestamista y prestatario.

Los datos de 2013 muestran que el proceso de desapalancamiento privado en España ha sido más rápido de lo estimado, con la deuda privada en niveles de 2006, y eso es positivo. Y por favor, no me digan eso de que “se ha transferido deuda privada a la pública”. Hemos acumulado un déficit público de más de 450.000 millones de euros desde 2008 y menos de 67.000 millonessuponen ayudas y rescates computados dentro de dicho déficit.

El crédito como lo conocíamos no va a volver. Porque era una locura. Bajar a la sucursal bancaria de la esquina y que te dieran dos préstamos en un par de días es cosa de un pasado que deberíamos evitar como una plaga.Y todo ello es bueno para una economía más sostenible y menos orientada a mantener burbujas. La actividad de préstamo industrial en sectores de alta productividad continuará mejorando, estoy convencido. Tenemos más de 120.000 empresas exportadoras que son capaces de crecer sin endeudarse en siete veces sus resultados operativos. Eso, señores, no era invertir, era jugar a la ruleta. Ante un escenario de perspectivas económicas razonablemente positivas, veremos que el crédito seguirá mejorando. Pero no el exceso de crédito.