No nos debe sorprender que las dos propuestas de Podemos tras las elecciones sean el referéndum revocatorio y la ley de emergencia social. Son las dos medidas que lanzó Chávez en Venezuela en 2004 para crear un estado rehén y un sistema clientelar que perpetuase su poder bajo las excusas de “social” y “transparencia”.
Primero, los resultados. Ninguna de esas dos medidas mejoró la posición de Venezuela, al contrario.
El régimen chavista convirtió a Venezuela en uno de los países más corruptos del mundo, según Transparency International. La pobreza, tras lanzar a bombo y platillo la “ley de emergencia social” en 2004 no sólo no se redujo a pesar de contar con nueve años más de precio del petróleo creciente (durante el periodo de Chávez el petróleo aumento casi 10 veces su precio), sino que hoy la pobreza extrema alcanza al 25% de la población, y un 52% de los ciudadanos son pobres según la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) publicada por la universidad UCAB-UCV.
La razón fundamental por la que se introduce el “referéndum revocatorio” es para secuestrar las instituciones. Todo el que pida el referéndum debe dar su nombre, apellidos y datos personales, y pasa a la lista de proscritos y represaliados. Chávez proclamaba “aquel que firme contra Chávez, ahí quedará su nombre registrado para la historia“, “yo llamo al pueblo venezolano a revisar los nombres de esas personas en esta página web”, y “en el supuesto de que saquen ese referéndum y tengan un 90% de los votos, yo no voy a renunciar”. “Los que hayan firmado, están despedidos” proclamaba Capella, Ministro de Salud y Desarrollo Social en 2004.
La “Ley de emergencia social” suena bien. Recuerden lo bien que sonaba aquello de los 25.000 niños pobres de Madrid, que desaparecieron el día que llegaron a la alcaldía. Como si no hubiese mecanismos perfectamente eficaces dentro y fuera del estado para reforzar el apoyo social. ¿Qué truco tiene? Crea clientes rehenes y, con ello, votantes. El populismo se convierte en gestor social único y no tiene problema en crear muchos más pobres, como ha hecho allá donde gobierna, porque convierte a los necesitados en súbditos a los que se amenaza con retirar la asistencia si no les votan.
Un fondo de adoctrinamiento.
Podemos, que hablaba del modelo nórdico, no ha propuesto ninguna medida liberalizadora ni de apertura de las aplicadas en esos países. No, sus exigencias son medidas chavistas que han demostrado ser ineficaces y letales para la democracia.
Querido Daniel, el problema está en que a la gente le atrae lo más llamativo.