«Bang your head, metal health will drive you mad». Kevin DuBrow.
El Gobierno ha vuelto a presentar unos Presupuestos que ponen en peligro aquello que fingen defender. Lo llaman «presupuestos de justicia social y eficiencia» pero no deja de ser un nuevo ejercicio de expolio y deuda.
Lo peor es que llamen justicia social a un aumento masivo de desequilibrios que deja el mayor déficit estructural de la Unión Europea, más de 58.000 millones de euros.
Los excesos de gasto de hoy son los recortes del futuro. No hay nada social en aumentar la deuda y disparar el gasto político. De hecho, es profundamente antisocial.
Los Presupuestos exageran el crecimiento económico y con ello los ingresos, pero también infraestiman los gastos. Por ello, con un cuadro macroeconómico que nace muerto y descartado por el Banco de España, estos Presupuestos son simplemente una lista de gastos de un burócrata.
Los Presupuestos exageran el crecimiento económico y con ello los ingresos, pero también infraestiman los gastos
Incluso en las propias estimaciones infladas del Gobierno, con ingresos récord y un supuesto crecimiento de ciencia ficción, el aumento de deuda será de al menos 70.000 millones de euros.
No olvidemos que el Gobierno asume 389.000 millones de euros de ingresos incluyendo estimaciones más que cuestionables sobre recaudación por nuevas figuras impositivas y, además, incluyendo el efecto de los fondos europeos que es un impacto de una sola vez.
Sin embargo, el Gobierno asume 583.000 millones de euros de gastos, un récord histórico donde, además de las subidas de pensiones y sueldo de funcionarios anunciados, se esconden nuevos aumentos de los Presupuestos de los Ministerios más políticos y duplicados.
Presten atención al aumento -de nuevo- de presupuestos. El Ministerio de Presidencia dispara su presupuesto un 9,8% hasta los 304 millones de euros. Si tenemos en cuenta que gestionará el presupuesto de la presidencia europea, Presidencia gastará un 39% más.
Defensa es el segundo que más crece y pasa de los 10.152 millones de euros en a 12.825 millones en 2023. Esto es justificado por el compromiso con la OTAN. Pero es que el Ministerio de Derechos Sociales, aumenta un 17,2%, de 4.608 millones a 5.399, y Asuntos Exteriores, un 14,9%, hasta 1.774 millones.
Agricultura y Pesca pierde presupuesto, Trabajo y Transportestambién. Qué casualidad.
Pero el aumento de gasto en Política Territorial es de un 14,9% y Transición Ecológica sube un 6,5% hasta los 10.371 millones.
Estamos hablando de un aumento de gasto en los ministerios más políticos y alejados del ciudadano de más de 5.000 millones de euros. Mientras tanto, cada contribuyente pagará alrededor de 870 euros más en impuestos por la inflación y las subidas de impuestos. Toma «justicia social».
Estamos hablando de un aumento de gasto en los ministerios más políticos y alejados del ciudadano
Con una deuda del 116,1% del PIB, el Gobierno estima que aumentará la deuda en 70.000 millones de euros y mantiene un agujero de 20.000 millones de euros en la Seguridad Social.
Recordemos que el Gobierno tiene como objetivo recaudar 3.500 millones de euros por nuevas figuras tributarias y a la vez dispara el gasto político en 5.000 millones de euros.
Estos Presupuestos aumentan el agujero estructural porque, además de considerar ingresos que son especiales, como los fondos europeos y el exceso de recaudación por inflación, está consolidando y aumentando el gasto político innecesario y presupuestos milmillonarios de ministerios con competencias duplicadas, algunos de ellos con competencias que antes eran de Secretaría de Estado.
El Gobierno usa estos Presupuestos como un enorme dispendio cara a las elecciones en el que busca el voto de funcionarios y pensionistas a cargo de todos los contribuyentes. Es la mayor campaña electoral en el peor momento y con un objetivo claro: regar España de gasto clientelar para después acusar al que venga detrás a arreglar las cuentas de «hacer recortes».
Las empresas pagarán un 7% más todavía en 2023, una familia media un 6% más y todo para financiar parte de la campaña publicitaria de Sánchez. Y lo que es peor, dejar el peor déficit estructural que llevará años reconducir.
Un país entero esquilmado por un aventurero ególatra. Hemos caído muy bajo: pagamos la luz a precio de oro; el gas a precio de platino; la inflación, que no era preocupante, desbocada; el gobierno gasta el manso en estupideces, dice «digo» donde dijo «Diego», suelta una pasta a aerolíneas sospechosas, recibe visitas de personas «non gratas», maletas van y maletas vienen, que tienen prohibida la estancia en Europa; desplantes a quien nos suministraba el gas; tesis doctorales de risa; currículums más falsos que un euro de madera, rápidamente alterados cuando se descubre el embeleco; la administración es una pura «cita previa»; dos confinamientos inconstitucionales; compras de mascarillas que huelen mal a kilómetros; la economía haciendo aguas por todas partes; el paro disparado; trampas en las estadísticas de los contratos; un ministerio que es un exprimidor y nosotros las naranjas; indultos por doquier a gente condenada en firme; etc, etc, etc…. y nadie, salvo unos pocos, dice ni pío. Este país es un aprisco.