Nuevo riesgo de crisis de deuda europea

Se ha generado un fuerte desplome de los bonos soberanos alemanes y, con ellos, los del resto de Europa, tras el anuncio por parte de Friedrich Merz de un “cambio de paradigma” en Alemania, orientado a endeudarse y aumentar el déficit “para crecer” -eso lo dicen siempre, luego no ocurre-.

Nuevo riesgo de crisis de deuda europea

La mayor caída de los bonos soberanos de Alemania desde 1990 se une a cuatro años de desastre en el precio de los bonos soberanos europeos.

La popularidad del futuro canciller alemán ya se resiente antes de formar gobierno porque empieza por incumplir su promesa electoral de no aumentar la deuda pública. 

A ello se une el anuncio del Plan Rearme, que aparece como muy ambicioso, pero no podemos olvidar que 650.000 millones de euros vienen simplemente de la suma de los compromisos de aumento de inversión en defensa ya adquiridos por los Estados miembros y 150.000 millones de euros son préstamos.

Aunque la Comisión Europea repita que se van a dar cláusulas de escape y no se va a penalizar el aumento de deuda por inversión en defensa, cualquier inversor entiende que esto supone mucha mayor tensión financiera para estados sin espacio fiscal y mayor oferta monetaria, imprimir moneda endeudándose, que significa más inflación y más impuestos en el futuro. 

Para acometer los retos de defensa, tecnología y competitividad, la Unión Europea debe hacer mucho más que anuncios de deuda.

La Unión Europea ha gastado más de 205.000 millones de euros en combustibles fósiles de Rusia desde el comienzo de la guerra. Lo primero que debe hacer la Unión Europea para rearmarse estratégica y económicamente es abandonar la Agenda 2030 y las directivas que imposibilitan la inversión y el desarrollo de nuestros recursos naturales. No hay rearme europeo sin minería.

Adicionalmente, la Unión Europea y sus estados miembros deben priorizar. Hay que eliminar drásticamente el gasto superfluo y político para acomodar esa inversión en defensa. No se puede acudir constantemente a pensar que esconder deuda debajo de la alfombra engaña a los inversores. El protocolo de déficit excesivo es ya un mecanismo ridículo por el que se disfraza deuda. En el caso de España, la deuda gubernamental según ese protocolo es de 1,65 billones de euros mientras la deuda pública emitida, que se paga y que se debe, es de 2,15 billones de euros.

Ni Alemania ni la Unión Europea tienen que aumentar gasto público, déficit y deuda para crecer. Copiar la receta fracasada de Francia solo nos llevará a acabar como nuestro país vecino, en estancamiento y con una deuda y déficit incontrolados.

La Unión Europea necesita invertir más en defensa, pero no va a dejar de depender de Estados Unidos, nuestro socio estratégico. Estados Unidos es el 70% del gasto en defensa de la OTAN y el Plan Rearme no cambia en casi nada esta realidad. 

Invertir en defensa es una condición necesaria, pero no suficiente, para innovar, crecer en valor añadido y tecnología y liderar. Hay que hacer mucho más.

Es imperativo que la Unión Europea abandone el dirigismo y la planificación central, el activismo mal llamado medioambiental que solo empobrece, que cercene la carga fiscal y la burocrática y que deje de penalizar la creación de riqueza y el crecimiento empresarial. Usted me dirá qua ya lo están haciendo, pero les voy a dar una mala noticia: Se publican una media de 18 regulaciones cada semana.

¿Por qué la reacción del mercado ha sido tan negativa? A pesar de un rebote minúsculo el viernes, el índice de Bloomberg de bonos soberanos europeos ha caído más de un 14% en los últimos cuatro años. Eso con todo el apoyo del Banco Central Europeo. ¿Qué ha pasado? Que la deuda soberana europea es casi tóxica por el inflacionismo implementado en los últimos años. 

Los estados de la eurozona se creían que el Banco Central Europeo iba a disfrazar sus graves deficiencias fiscales. Países con compromisos no financiados de más de un 300% del PIB que, además, anuncian más deuda cada vez que se reúnen y se creen que el euro es el dólar, aunque la evidencia demuestre lo contrario. 

Si la Unión Europea no abandona la política de fingir y retrasar, se va a crear otra crisis de deuda. Los bonos soberanos europeos han dejado de ser un activo de reserva, y las pérdidas latentes son muy relevantes desde 2022. El propio Banco Central Europeo ha publicado, de nuevo, pérdidas de casi 8.000 millones de euros.

Invertir en defensa e infraestructuras está bien, solo si se cercena la enorme cantidad de gasto improductivo e ineficiente que condena a la irrelevancia a una Unión Europea que va a necesitar mucho más que gasto para sacar la cabeza del agujero. 

Acerca de Daniel Lacalle

Daniel Lacalle (Madrid, 1967) es Doctor en Economía, profesor de Economía Global y Finanzas, además de gestor de fondos de inversión. Casado y con tres hijos, reside en Londres. Es colaborador frecuente en medios como CNBC, Hedgeye, Wall Street Journal, El Español, A3 Media and 13TV. Tiene un certificado internacional de analista de inversiones CIIA y un máster en Investigación económica y el IESE.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.