El escándalo del caso Koldo es, en realidad, la punta de un iceberg que nos recuerda cómo el gobierno de Sánchez destruyo España usando la pandemia como paraguas.
No podemos olvidar nunca que el gobierno, que tiene la desvergüenza de atacar a Ayuso todos los días por algo que está desestimado por la justicia, cuenta con la primera ministra de Sanidad de la historia que ha saboteado un hospital público y que calificó el regalo de mascarillas FFP2 como “acto magnánimo de prepotencia” mientras decía que las mascarillas “no son adecuadas para la población general”.
El palmarés del gobierno en la pandemia debería hacer que el socialismo se callara, pero su arrogancia es infinita. Un gobierno que primero negó la pandemia, dijo que estaba totalmente controlada, que tendría “impactos poco significativos” en la economía y solo habría unas pocas incidencias, mintió sobre las mascarillas, negó medidas en Barajas, mintió sobre los tests hasta a la OCDE, dedicó miles de millones de contratos opacos a compras a precio de oro, impuso el encierro más vergonzoso, destructivo, inútil y miope de toda la OCDE, mintió sobre el inexistente comité de expertos y aprovechó estados de alarma inconstitucionales para colar hasta una ley de educación, dijo a las residencias que era una gripe y recomendó que no se hospitalizaran los enfermos («Documento técnico. Recomendaciones a residencias de mayores y centros sociosanitarios para el Covid-19». 5 marzo 2020). Ese gobierno debería estar callado. Pero tiene la desvergüenza de pasarse el día señalando a Ayuso.
Ahora, además del desastre que todavía pagamos por su incompetencia, queda claro -de nuevo- que el socialismo empobrece masivamente. Entre 2019 y 2023 España cierra como la peor gestión económica de la Unión Europea. Y no podemos olvidar lo que siempre repito: Sánchez ha dejado la peor gestión económica, a la cola de Europa en evolución del PIB, en mejora del paro, y los peores datos en presión fiscal, deuda y poder adquisitivo, pero además tirando con bala de rey, en medio del mayor estímulo fiscal y monetario de la historia y los fondos Next Generation.
El Instituto Juan de Mariana ha publicado un informe demoledor (Indicador de Gestión Económica 2019-2023, febrero 2022), en el que refleja que España es el país de la UE con peores resultados económicos entre 2019 y 2023 usando datos oficiales, y se ha empobrecido masivamente, el equivalente a 3.500 euros por persona, si se analiza la pérdida con respecto a la media de la UE.
En crecimiento del PIB entre 2019 y 2023, España se sitúa en el número 22 de 27 países en el ranking europeo, con un resultado más de un 50% inferior a la media europea. El dato es aún peor comparado con Portugal (7,8%) y simplemente vergonzante comparado con Irlanda (35,4%). En cuanto al paro, la triste realidad que tanto hemos comentado en esta columna es que el 90% de la reducción del paro se explica por el maquillaje estadístico de los fijos discontinuos. En paro efectivo, España se sitúa en el puesto 18 de la lista, pero es que Grecia nos deja hundidos al ocupar el puesto número uno en reducción de paro, y sin maquillajes. Recordemos que en España el paro efectivo no ha bajado, era de 3.464.921 personas en diciembre de 2019 y es de 3.546.206 en enero de 2024.
La renta per cápita ajustada por poder adquisitivo deja a España en el puesto 26 de 27, con un empobrecimiento sin precedentes ya que se desploma un 5,5% de 2019 a 2023. España pasa de estar a 9 puntos de la media de la UE en 2019 a 14 puntos porcentuales en 2023, según Eurostat. Además, con un aumento de la presión fiscal que deja a España como el segundo que peor se ha comportado en fiscalidad y, encima de crujirnos a impuestos, subiendo la deuda pública el triple que la media de la UE y dejando a España en el puesto 24.
Es decir, Sánchez ha dejado a España a la cola de evolución del PIB 2019-2023, a la cola en evolución del empleo, a la cabeza en destrucción del poder adquisitivo, de aumento de deuda y de aumento de presión fiscal. En total, el último de la UE en gestión económica, y eso tirando del mayor estímulo fiscal y monetario de la historia reciente y la llegada de los fondos europeos. Un desastre.
Todo esto significa que, comparado con la media de la UE, España pierde 170.000 millones de euros en convergencia y coste de oportunidad en el periodo 2019-2023 por la peor recuperación, la mayor presión fiscal y el mayor aumento de deuda pública. Eso supone un empobrecimiento estimado de unos 3.500 euros por persona en estos años, según el Instituto Juan de Mariana.
Usted podrá considerar que ésta última cifra es un estimado per cápita, pero lo que no puede negar es la evidencia:
A pesar de contar con el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia y ser el mayor receptor de fondos europeos, Sánchez deja a España a la cola de Europa en recuperación 2019-2023 y liderando en empobrecimiento, pérdida de poder adquisitivo, paro y aumento de deuda. Y son datos oficiales.
El socialismo es miseria. La socialdemocracia no es la solución, es el problema.
Es indignante la chulería de este individuo y sus palmeros. Se cae el alma a los pies al leer el artículo y ver cómo nos arruinamos nosotros mismos con nuestras decisiones, una de las cuales, y más importante, es votar a este ejemplar de incompetencia manifiesta y a sus secuaces. Ya tiene su propio caso de corrupción que pringa hasta a la fiscalía, como siempre. El juez suelta a los detenidos y como siempre, el PP tocando el violón y llegando tarde y mal a todo. Un desastre, como siempre. Vaya sino el nuestro.
Es lo que hace la propaganda. Cuando a un estado se le da el poder absoluto sobre los medios de comunicación y la educación, ya sea por control directo o mediante subvenciones y arreglos que provocan que, al final, se haga lo que el mandamás dice, resulta inevitable llegar a una situación como la que vivimos.
La culpa «no es de la gente», es de un sistema político que otorga poder absoluto a quien controle el partido en el gobierno, que será el partido con mayoría en el parlamento, el que pone y quita a jueces, altos funcionarios (cargos técnicos) y otorga privilegios económicos a sus amigotes, vía subvenciones, licencias, etc. Pero nadie habla de esto, porque si algo se ha hecho bien en España históricamente es controlar la opinión de las masas.
Y es que la ideología imperante en un país no es sino la del grupo que se hace valer, al igual que lo fue el nacional catolicismo en esta nuestra tierra en el 39 o el socialismo leninista en la Rusia de los zares. No existe tal cosa como una «libertad de pensamiento colectiva»; no es casualidad que sean mayormente musulmanes los árabes o de Boca y River los bonaerenses, y no es casualidad que sea el socialismo, con su etiqueta light de «socialdemocracia» el andamiaje imperante en Europa. Ellos fueron los que dieron un paso adelante, los que mintieron a voz suelta prometiendo un estado que se ocuparía de todo, unos ricos al servicio del pobre mediante impuestos y leyes, un mundo para los «trabajadores» que ha acabado por ser lo que siempre ha sido: una mentira aceptada que ya es demasiado costoso negar.
Somos los habitantes de la decadencia, igual que nuestros antepasados romanos o bizantinos, podridos por lo mismo de siempre: querer vivir del vecino y, lo que es peor, creerse con derecho a ello.
Un saludo.
Es curioso que Hacienda no se entere de que «vuelan» más de cien millones de euros, como tampoco se enteró del fraude de los ERE, ni del desfalco de Roldán en tiempos de González ni de ninguna «desaparición» de fondos públicos. No se entera o no quiere enterarse, pero de lo que sí quiere enterarse es de si se pagan más de mil euros en efectivo o saca usted mas de tres mil euros del cajero, tres mil euros de su dinero. Le venden a usted la moto de que se persigue el blanqueo y la evasión de capitales («quién va a pagar la sanidad y la educación entonces», «solidaridad», bla, bla, bla) pero se le «despistan» millones a porrillo mientras publicitan por tierra, mar y aire que persiguen a tal o cual futbolista o actor/actriz y publican lo que les reclama, pretende investigar el teléfono de los que persigue, pretende presentarse en el domicilio de empresas a buscar posibles delitos sin autorización judicial, obliga a particulares a declarar lo que tienen en otros paises y si no lo hacen les cae la mundial junto con las siete plagas de Egipto, más una multa de órdago a la grande, prima a los inspectores aunque sus pesquisas las tiren abajo en los tribunales… pero se les «pasan» cientos de millones en empresas offshore, y no solo de este caso de las mascarillas, todos de la «cuerda». Y para remate, para que vea Ud. si el PP va a hacer algo, ya está tardando Bonilla, de la Junta de Andalucía, en denunciar ante el juez el caso de la venta de inmuebles propiedad de la Junta y su posterior alquiler. No hay que olvidar que este individuo admiraba a Felipe González (!?) y consideraba que Susana Díaz y Espadas eran buenos gestores (!?). El país está en la ruina, debemos hasta de callarnos pero lo importante es que no gobierne la derecha, que a la vista está lo que va a hacer si gobierna, sino esta banda de la porra.