El Gobierno de Sánchez ha intentado colar en ese decreto ley todo tipo de medidas que no tienen ninguna justificación, son dañinas para España, además de poner la excusa de las pensiones para sacarlo adelante. No ha colado.
La propaganda y mentiras del gobierno de Sánchez han alcanzado un nivel inusitado con su intento de pasar la llamada ley ómnibus como un requisito necesario para revalorizar las pensiones y movilizar las ayudas a las víctimas de la DANA.
La maniobra es completamente obscena. Usar las pensiones y las ayudas como caballo de Troya para meter leyes pro-okupas, anti empresas, más impuestos y regalos a socios.
El gobierno de Sánchez ha intentado colar en ese decreto ley todo tipo de medidas que no tienen ninguna justificación, son dañinas para España y además poner la excusa de las pensiones para sacarlo adelante. No ha colado.
El mismo gobierno que se sacó de la nada 2.500 millones de euros para comprar acciones de Telefónica y politizarla, sin tener presupuesto para ello, te dice ahora que si no apruebas su decreto ómnibus intervencionista no se pueden revalorizar las pensiones ni ayudar a los afectados por la DANA. Es obsceno.
Es completamente falso que no se puedan revalorizar las pensiones o dar las ayudas si no se aprueba esta ley Frankenstein. Todas esas medidas se pueden tomar independientemente y con acuerdos parlamentarios sin meter con calzador en un decreto ley una enorme cantidad de políticas intervencionistas adicionales.
El gobierno quiso colarnos en la ley ómnibus toda una batería de medidas que no tenían nada que ver con las pensiones ni la DANA y que no deberían ir jamás unidas a esos dos conceptos. El objetivo nunca fue acelerar las ayudas ni mejorar las pensiones, ya que ambas deberían haberse presentado de manera independiente, sino colar al parlamento las exigencias comunistas de Podemos.
El único objetivo de meter esta mezcla injustificada de medidas en la ley ómnibus jamás fue ayudar a las víctimas de la DANA o a los jubilados, sino mantener a Sánchez en el poder antes las crecientes exigencias de sus socios de coalición Frankenstein. ¿Qué hacer? La brillante idea de Sánchez y Bolaños fue meter todas las exigencias de sus socios en el decreto de ayudas a la DANA, coronarlo con la subida de las pensiones y esperar que el congreso se tragara una maniobra tan burda.
Entre esas medidas, el gobierno ha metido cambios legislativos para seguir beneficiando a los okupas, para cambiar la Justicia, la administración pública, transferir un edificio del estado al PNV, mantener el impuestazo energético que pagaríamos todos y nuevas medidas intervencionistas contra el sector eléctrico.
La revalorización de las pensiones no es una política del gobierno, sino una cuestión de solvencia. La Seguridad Social está quebrada. Este gobierno ha multiplicado la deuda de la Seguridad Social pasando de 53.000 millones a 116.000 millones de euros en su mandato. Los ingresos del sistema solo cubren nueve meses de pagos y se necesita un rescate constante por parte de un estado endeudado y deficitario para seguir pagando las pensiones. Por lo tanto, la culpa de que las pensiones no suban no es del PP, Junts o Vox, sino del gobierno que ha multiplicado la deuda del sistema de pensiones con una política miope y partidista.
Es especialmente despreciable la manipulación política de intentar vender que no se van a poder dar las ayudas a las víctimas de la DANA. El gobierno ha diseñado unas ayudas que son fundamentalmente préstamos, y las que son ayudas directas son prácticamente imposibles de conseguir por las condiciones aberrantes que han impuesto. El gobierno sabe que ni las ayudas ni las pensiones requerían ir en una especie de ensalada de leyes completamente inconexas. De hecho, al ser ayudas por una emergencia nacional por una catástrofe, el gobierno sabe que no tenía por qué pasarlo en un decreto ley.
Un gobierno que ha sacado de la chistera (pagada por todos nosotros) miles de millones de euros para politizar empresas, financiar a ONGs amigas, condonar deuda a Cataluña y pagar acuerdos con ERC a puerta cerrada, todos sin espacio presupuestario, tiene el rostro de acero inoxidable si intenta que te creas que las pensiones y las ayudas dependen de esta ley.
Lo que ha quedado claro es que la ley ómnibus solo tenía un objetivo: Mantener la frágil coalición con comunistas y separatistas para que Sánchez permanezca en el poder. El cuento de la revalorización de las pensiones ya no se lo cree nadie cuando una gran parte se lo queda el propio estado en impuestos.
Las pensiones y las ayudas solo eran una excusa para esconder medidas intervencionistas y pro-okupas que no hubieran pasado de manera ordinaria en trámites parlamentarios.
A Sánchez no le importan las víctimas de la DANA ni los pensionistas, le importa permanecer en Moncloa y seguir dinamitando la democracia y las instituciones desde el poder legislativo.