La ministra portavoz del gobierno definió como “impecable” la gestión económica del sanchismo, y la ministra Calviño se refirió a la política fiscal como “prudente”. Sin ruborizarse, afirmó en Espejo Público que el gobierno cumple las reglas fiscales de Europa cuando están suspendidas y las incumplen en todos los aspectos si estuvieran en marcha.
El problema es que el gobierno se cree que endeudarnos y subirnos los impuestos es gestionar. Y no, señor Sánchez, eso no es gestionar.
Durante el mandato de Sánchez el ejecutivo ha disparado la deuda pública en 332.000 millones de euros. Sánchez nos ha endeudado a todos en 5.000 millones al mes desde que gobierna.
La deuda pública sigue aumentando y, según el Banco de España, ascendió a 1.526 miles de millones de euros en abril de 2023, un 113% del PIB con una tasa de crecimiento del 5,6% en términos interanuales. Es mucho peor, porque la deuda total de las administraciones públicas se eleva a 1.934 millones de euros, casi dos billones y equivalente a un 140% del PIB. El déficit del estado se sitúa en un 4,8% del PIB, casi el doble del déficit de 2018, y eso con récord de ingresos, el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia y el efecto de los fondos europeos. El gobierno de España es el que más ha aumentado deuda sobre PIB entre 2019 y 2023 según Eurostat, más del doble que la media de la Unión Europea y la peor gestión fiscal de nuestras economías comparables.
Adicionalmente, la deuda de la Seguridad Social se ha triplicado con Sánchez hasta superar los 106.000 millones de euros.
Estos datos son atroces en sí mismos, pero no podemos olvidar que el sanchismo ha contado con el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia (600.000 millones de euros) y 90.000 millones de euros de fondos europeos. Ningún presidente anterior en la historia del euro ha tenido más acceso a estímulo y apoyo fiscal y monetario.
No, señor Sánchez, eso no es gestionar ni mucho menos hacerlo impecable o prudentemente.
Sánchez ha apalancado masivamente a la economía española y, con ello, la ha hecho mucho más frágil.
Además de endeudarnos a todos más que nunca ni nadie comparable, Sánchez nos ha expoliado a impuestos.
Los ingresos fiscales entre 2018 y 2022 han aumentado en 100.000 millones de euros. La presión fiscal con Sánchez ha aumentado un 21% y el esfuerzo fiscal de los españoles: ya es un 53% superior a la media europea, según el IEE y la Tax Foundation, lo que sitúa a España en el puesto 34 de 38 en el Índice de Competitividad Fiscal, tras perder ¡once puestos! entre 2020 y 2022.
Los ingresos fiscales se han disparado cuando el consumo individual real ha decrecido, la renta per cápita ajustada a poder adquisitivo ha descendido a niveles de 2011 según Eurostat, los salarios no han crecido en términos reales, los beneficios empresariales no se habían recuperado a niveles de 2019 en 2022 según el Banco de España y el empleo refleja que no se han recuperado las horas trabajadas de 2019 según el INE. Los españoles somos mucho más pobres en términos absolutos y comparados con la media de la Unión Europea con una pérdida de poder adquisitivo inédita entre los países comparables porque el gobierno nos ha subido masivamente los impuestos al negarse a deflactarlos a la inflación. Esto supone que un salario mediano en España paga aproximadamente 400 euros más de impuestos solo por IRPF por la voracidad fiscal del gobierno. Añada usted el IVA, y los impuestos encadenados con los que se lucra el gobierno aprovechándose de la inflación.
Según la AIReF, la inflación supuso un 50% de la recaudación extraordinaria de 2022, y estiman que en 2023 será un 70%.
No sorprende que España, según Eurostat, esté en el tercer puesto, con Grecia, en tasa de pobreza y riesgo de exclusión de Europa, escalando cuatro puestos desde 2018. Mientras tanto, España refleja la mayor pérdida de PIB per cápita de la Unión Europea desde 2020 y ya ha sido superada por Lituania, Estonia o Eslovenia.
Sánchez deja una economía que en el primer trimestre todavía no había recuperado el PIB de 2019, la penúltima de la Unión Europea después de la República Checa pero la primera en aumento de deuda, según Eurostat.
Los autónomos han sufrido más cuotas, más impuestos y costes laborales, al igual que las empresas, y el gobierno ha asfixiado a impuestos a todos recaudando el triple con la inflación de lo que “daba” en ayudas. Un ejemplo del trilerismo del gobierno es la excepción ibérica. España cierra 2022 con la séptima mayor tarifa eléctrica de la Unión Europea, un 22% superior a la media y un 40% superior a la de Portugal, que también tiene la excepción ibérica, según Eurostat. El gobierno te cobra con creces lo que te dice que te da en ayudas…. y aun así nos endeuda mucho más.
No, señor Sánchez, expoliar a los ciudadanos y endeudarnos no es gestionar.
¿Por qué será que a Antonio no le presentan ninguno de estos datos en las entrevistas que los entrevistadores, que son tigres de papel, le hacen? ¿Quizás sea por aquello de hoy por tí y mañana por mi? ¿Quizás por aquello de tu te luces y yo te hago preguntas «agudas» (es un decir) aunque sin insistir? ¿Quizaś sea que solo se busca incrementar la cuenta de resultados entrevistando a uno que no miente sino que cambia de opinión? Los datos de este artículo y del anterior echan humo y los «agudos entrevistadores» no dicen ni pío? Con la que está cayendo y la que va a caer ¿los tigres de papel le dejan lucirse a más y mejor? ¡Qué oportunidad perdida de poner sobre la mesa la realidad desnuda y desenmascarar a un farsante!