La investidura de Illa nos saldrá muy cara a todos. Es la glorificación del independentismo centralista: darles a los separatistas todo lo que exigen y a la vez imponer más limitaciones a la autonomía del resto de las regiones.
El Gobierno de Sánchez se vanagloria de haber «desactivado el independentismo” dándoles todo lo que deseaban y más. Para el PSOE, «desactivar el independentismo» era entregarles amnistía, indultos, financiación privilegiada, desactivar a las instituciones, comprar la narrativa de conflicto y bilateralidad y depender de ellos para gobernar. Fabuloso.
Con el acuerdo de investidura de Illa se institucionaliza el privilegio por conveniencia política. Un acuerdo que mantiene todos los excesos de gasto político y todos los aumentos de impuestos que han asolado a Cataluña y que, además compra en su preámbulo todos los mensajes victimistas y falaces del independentismo.
Illa, el ministro de Sanidad del Gobierno que nos mintió sobre el comité de expertos, sobre la severidad de la pandemia, sobre la cifra de muertos reales, sobre los tests y la conveniencia de mascarillas, que nos encerró de manera anticonstitucional, le ha regalado a ERC todo lo que deseaba y se queda como marioneta del independentismo para sostener a un gobierno que no puede sobrevivir sin los siete votos de Puigdemont.
Durante años nos han repetido una y otra vez que España les roba, y ahora tenemos la evidencia, como muestra Fedea y otros estudios independientes, de que Cataluña no solo no está mal financiada, sino que es una de las que disfruta de una mejor financiación.
Con el acuerdo de investidura de Illa se institucionaliza el privilegio por conveniencia política
Lo triste y vergonzoso es que el PSOE se haya entregado a beneficiar al que hace ruido y crea tensión para perjudicar a los que contribuyen en silencio.
El PSOE ha encumbrado a un independentismo centralista que exige más privilegios para ellos y a la vez que se impongan más límites desde el poder central a los demás.
Los separatistas catalanes han conseguido todo lo que quieren, pero no tienen ninguna intención de reducir la confiscatoria carga fiscal a los catalanes, por eso exigen que se expolie a los demás.
El párrafo más insultante del acuerdo de Illa y Sánchez con ERC es el que exige que se expolie a impuestos a las comunidades que requieran acceder a su «solidaridad». 1) Van a seguir crujiendo a los catalanes y 2) Quieren que hagan lo mismo los asturianos, castellanomanchegos, etc.
A propósito, un mensaje cariñoso a los vendidos econolistos que dicen que el esfuerzo fiscal es un concepto inventado. Mirad cómo la izquierda caviar de ERC y PSC sí sabe la diferencia entre esfuerzo y presión fiscal para lo que les interesa…
El PSOE ha encumbrado a un independentismo centralista que exige más privilegios para ellos
¿Y qué dice el acuerdo de la vergüenza? «La Generalitat debe contribuir a la solidaridad con las demás comunidades autónomas a fin de que los servicios prestados por los diferentes gobiernos autonómicos a sus ciudadanos puedan alcanzar niveles similares, siempre que lleven a cabo un esfuerzo fiscal también similar».
Esquerra y Puigdemont tienen a Illa y Sánchez como rehenes. Illa y Sánchez dependen del independentismo y claudican ante todas sus exigencias, llamando a la rendición «negociación». Dan la falsa impresión de que la socialdemocracia constitucionalista está en el poder cuando son simplemente marionetas dependientes de los partidos nacionalistas que han tragado en el texto de sus acuerdos con la bilateralidad, el lawfare, la narrativa independentista del conflicto y las exigencias de expolio nacional.El acuerdo nos va a costar más impuestos a todos y una enorme transferencia de renta, de casi 25.000 millones de euros, de las comunidades pobres hacia las ricas.
Si ustedes se creen que Page, Lamban o el resto de los barones del PSOE van a impedir este expolio, tienen ustedes un problema con la hemeroteca y la historia. Nunca lo hacen.
Lo alucinante es que siete millones de votantes están encantados con el robo a mano armada que se acaba de perpetrar porque “no gobierna la derecha”. Hilarante.
«Lo alucinante es que siete millones de votantes están encantados con el robo a mano armada que se acaba de perpetrar porque “no gobierna la derecha”». Cuando llegue la hora ya le echarán la culpa a la avaricia de los mercados, los ricos que no pagan impuestos, los refugios fiscales, los bancos, las eléctricas, los que todavía fuman, los viejos que viven demasiado, el cambio climático… Lo que sea, porque el pozo para trágalas que tiene el personal votante no tiene fondo y lo admite todo, ayudados por palmeros, lametraserillos, oscargutanes, dobladores de espalda, energúmenos en nómina, los diversos ministerios de propaganda, los estómagos agradecidos y por agradecer y demás fauna nacional en la que se apoya un P$O€ bolivariano que, en cualquier país mínimamente normal, hubiera desaparecido hace tiempo.