Muchas veces, cuando analizamos la economía española, nos olvidamos de poner los datos en el contexto del mayor estímulo fiscal y monetario de la historia reciente.
El gobierno ha disfrutado de unas condiciones en cuanto a espacio fiscal y apoyo del BCE que no ha recibido ninguna administración anterior. No solo ha tenido el déficit que ha deseado, disparando el techo de gasto tanto como ha querido, sino que el Banco Central Europeo ha comprado el 100% de la deuda que emitía el Tesoro. En el contexto de ese enorme apoyo fiscal y monetario de más de 200.000 millones de euros, la recuperación de España es un fracaso en todos los sentidos.
Producto interior bruto. El PIB de España del segundo trimestre de 2022 se queda todavía un 2,6% por debajo de las cifras del cuarto trimestre de 2019, cuando casi todos los países europeos han superado ya estos niveles y solo Alemania, República Checa y Eslovaquia están a pocas décimas del 100% de recuperación. De hecho, en términos comparables ninguna economía lo ha hecho tan mal y a la vez ha tenido tanto apoyo europeo.
Es peor. Cuando analizamos la recuperación del PIB por el lado de la demanda nacional por componentes, según BBVA Research, el consumo público es el gran factor que ha sostenido al PIB. Las exportaciones han apoyado, pero el déficit comercial ha vuelto a comerse la aportación a la recuperación del sector exterior.
El déficit comercial se ha multiplicado hasta los 31.963,2 millones de euros en el primer semestre del año. Las importaciones crecen casi el doble que las exportaciones y el impacto en el PIB va a ser muy negativo. Es peor, porque España registra el segundo mayor déficit comercial de la eurozona tras Francia.
Empleo. España cierra junio con la mayor tasa de paro de la Unión Europea, según Eurostat. El número total de personas desempleadas es de más de 3,3 millones incluyendo otros no ocupados 221.700 y 270.400 con disposición limitada, según USO. Según los propios datos de la EPA el empleo se recupera en tasa interanual mucho menos que el PIB real.
Desafortunadamente, agosto también pinta mal tras los pobres datos de julio, y el propio gobierno estima una caída de afiliados de casi 187.000 personas.
Deuda. El endeudamiento del total de las administraciones públicas ha alcanzado un máximo histórico en junio y ya supera los 1,47 billones de euros, según el Banco de España. Esto es, un incremento de 18.908 millones de euros con respecto a mayo.
Según el Banco de España, la tasa de crecimiento interanual de la deuda de las Administraciones Públicas es de un 3,6%. Teniendo en cuenta que las estimaciones de consenso asumen que el PIB rebotará en 2022 un 4%, el problema es que, de nuevo, España no crece, se endeuda.
La ratio de deuda sobre PIB es del 116,8%, pero hay un factor mucho más preocupante. Los ingresos fiscales se han disparado y la deuda no baja. Según la Agencia Tributaria, en el primer semestre del año los ingresos en términos homogéneos crecieron un 16,9%, siete décimas más que la cifra acumulada hasta mayo. A pesar de ello, no se cumple ni de lejos el objetivo del propio gobierno de mantener la deuda al 115,2% en 2022, como refleja el Plan de Estabilidad que envió a la Comisión Europea.
La inflación en julio se confirmaba en un 10,8%. En la media de la Eurozona es del 8,9% y en la Unión Europea del 9,8%. España es el país de las grandes economías de la eurozona con una espiral inflacionaria mayor y la tercera de las diez grandes economías con mayor aumento de precios. Eso lleva a que el índice de miseria de Okun (paro e inflación) de España sea uno de los mayores de Europa y la OCDE.
Más deuda a pesar de contar con ingresos récord.
Más tasa de paro que ningún país de nuestro entorno a pesar de la recuperación del turismo y de sacar parados de las listas con el subterfugio de los “indefinidos discontinuos” -personas que cobran el paro cuando no están trabajando, pero no aparecen como parados-. Desde la pandemia la labor del gobierno ha sido disfrazar el paro como ha podido. En julio el paro subió por primera vez desde 2008. El total de parados se ha situado en julio en 3.379.769 personas sin contabilizar los más de 21.000 personas en ERTE, según el sindicato USO. Esta cifra incluye 232.598 considerados como “otros no ocupados” y 263.358 “con disposición limitada”.
Más inflación a pesar de tener menor dependencia e impacto por la invasión de Ucrania.
Mal y pobre rebote. Menos crecimiento a pesar de ser una economía más cíclica y que debería estar recuperándose a toda velocidad por el buen comportamiento del turismo.
Y todo ello, mucho más endeudados. España es el cuatro país más endeudado de la Unión Europea y el segundo que más déficit ha generado en estos años.
Por mucho que lo intenten esconder, la diferencia con respecto a otros países europeos son las malas políticas del gobierno. Quedar por detrás de países que no son precisamente ejemplo de apertura y políticas de crecimiento lo dice todo.
La realidad de la economía española es la de un gobierno que ha desaprovechado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia para dejar al país en una situación mucho más débil que la que recibió y significativamente peor a nuestras economías comparables que han sufrido la misma pandemia y riesgos exógenos.
«Quedar por detrás de países que no son precisamente ejemplo de apertura y políticas de crecimiento lo dice todo.» Lo dice todo de esta dictadura de marca blanca que tenemos, en la que se des-gobierna a base de decreto, lo dice todo del soviet supremo de la Moncloa y de los comisarios políticos, estilo KGB, en radios, televisiones y periódicos, que son auténticos comités para la seguridad del estado, en este caso de la Moncloa y sus habitantes.