Tratar a los ciudadanos como si fueran niños es irresponsable. Engañar a los jubilados es intolerable.
Durante días nos hemos tenido que tragar la sandez de que el PSOE sube las pensiones. Es falso.
No existe un país de nuestro entorno en donde el tema de las pensiones esté más politizado. Año tras año, los partidos se han equivocado pensando que es electoralmente rentable engañar a los jubilados y destruir la Seguridad Social.
Pensar que los jubilados te van a votar solo porque suba la pensión es insultar a nuestros mayores. La literatura económica demuestra que los pensionistas votan por su ideología personal y la percepción de la gestión gubernamental en conjunto.
No existe un país de nuestro entorno en donde el tema de las pensiones esté más politizado
Los partidos se equivocan cuando se centran en intentar pescar en el caladero de votos de los pensionistas. No solo ignora y frustra a las generaciones que suponen el futuro de nuestro país. Los pensionistas, gente en su inmensa mayoría inteligente y honesta, votan por sus convicciones. Lo que ha reducido votos a la derecha entre los pensionistas no ha sido su posición sobre el sistema de pensiones, sino la creciente indefinición ideológica y su falta de compromiso con los valores que nuestros mayores defienden.
El centro derecha no puede abonarse al populismo socialista con las pensiones. Por un lado, está dinamitando el esfuerzo de sostenibilidad y de lógica llevado a cabo durante años por ministros, presidentes y expertos. Por otro lado, compra el falso argumento socialista de que las pensiones se pueden subir si quiere el gobierno de turno. Y, finalmente, le van a culpar de los recortes y los ajustes cuando gobierne -si lo consigue en algún siglo cercano-.
Defender a los jubilados es decir la verdad.
No se defiende a los jubilados quebrando la Seguridad Social. El parlamento engaña a pensionistas actuales y futuros, endeudándolos y expoliándolos para convertir a los ciudadanos en rehenes dependientes de un estado cada vez más insostenible.
Decir la verdad es recordar que, durante el Gobierno de Sánchez, te han multiplicado la deuda de la Seguridad Social desde 52.868 hasta 116.000 millones de euros. No «sube las pensiones», las endeuda.
Decir la verdad es recordar que, durante el Gobierno de Sánchez, te han multiplicado la deuda de la Seguridad Social desde 52.868 hasta 116.000 millones de euros
Los ingresos por cotizaciones solamente cubren nueve meses de gasto en pensiones. El resto se tiene que pagar tirando de deuda.
La deuda implícita no financiada de la Seguridad Social ya supera el 500% del PIB, según Eurostat.
No existe contrato social alguno cuando se hunde la sostenibilidad del sistema por cálculo electoralista, llevando a los jóvenes a pagar mucho más, jubilarse mucho más tarde y recibir menor pensión en términos reales, además de condenarlos a paro y salarios netos reales exiguos. Es una política profundamente antisocial que hipoteca a los que son el futuro de este país y engaña a los jubilados.
Es más, al aceptar incrementar las pensiones por cálculo electoralista se está abonando que le toque al siguiente hacer el recorte que va a exigir Bruselas.
La reforma de las pensiones dejó un déficit de 22.000 millones de euros solo en 2023 y ese déficit ha aumentado a 30.000 millones en 2024. El déficit de la Seguridad Social no ha dejado de aumentar en ninguno de los años en los que ha gobernado Sánchez.
Los partidos de oposición deben saber que, al comprar el populismo falaz de Sánchez, se están disparando en el pie. La reforma de Escrivá incluye una bomba de relojería a los tres años por la cual, si no se cumplen los objetivos de ingresos y gastos -que no se cumplirán-, el próximo ejecutivo tendrá que hacer un fuerte ajuste al sistema de pensiones. Es decir, si los partidos de oposición votan a favor de disparar los desequilibrios, sufrirán un descalabro mayor cuando les toque lidiar con el agujero en 2027.
La propia AIReF, que no hace estimaciones precisamente catastrofistas, estima que el gasto en pensiones pasará del actual 11,7% del PIB al 16,3% del PIB en 2049. Es decir, que el agujero de la Seguridad Social con las propuestas populistas y demagógicas de Sánchez se elevará en 55.200 millones de euros más.
Los palmeros del Gobierno dicen que esto se va a solucionar con 250.000 inmigrantes anuales más y disparando los impuestos. Es falso. Si la inmigración y los impuestos fuesen la panacea para el sistema de pensiones, Francia no estaría en estancamiento y con elevadísima deuda y déficit.
El Gobierno, por supuesto, te dice que el excelente dato de empleo y crecimiento refuerza su política. Sin embargo, la realidad del empleo es un dato de afiliación dopado con casi 600.000 pluriempleos y más de medio millón de nuevos funcionarios, dejando las horas trabajadas por ocupado por debajo de los niveles de 2008.
La economía española, además, está sostenida por el aumento de deuda pública, inmigración y los fondos Next Generation que, a pesar de ser un fracaso estrepitoso, suman al PIB. Sin el efecto externo de los Fondos Next Generation y la acumulación de deuda, se desvanece el inexistente «éxito» rápidamente.
Entre diciembre 2018 y noviembre de 2024, el PIB nominal de España ha aumentado en 395.665 millones de euros, por un aumento brutal del gasto público de más del 17%. Pues bien, de ese aumento del PIB, 134.000 millones vienen de fondos europeos y, en el mismo periodo, la deuda pública ha aumentado en 452.000 millones de euros. Es decir, excluyendo la acumulación de deuda y fondos europeos, España ha decrecido 191.000 millones de euros, como explica el gran economista José Ramón Riera. Ese dato es perfectamente coherente con los datos de empobrecimiento relativo que refleja Eurostat. Los españoles hemos perdido puestos en PIB per cápita ajustado por poder adquisitivo con respecto a nuestros socios.
Crecimiento económico dopado y pensiones insostenibles. La bomba de relojería del electoralismo socialista le va a saltar en la cara al siguiente que gane las elecciones. Si es el centro-derecha, les culparán de mentir y de recortar. Si es el socialismo, ellos culparán a la ultraderecha. Todos son culpables de tratar a los ciudadanos como si fueran tontos y hacer insostenible el sistema de pensiones.
Ya vendrá otro a arreglar el agujero.