“Don’t take the devil’s dare, don’t gamble when the game ain’t fair” Steve Walsh
La mayor falacia del sanchismo es la de la justicia social. La evidencia empírica nos muestra que su mantra de “lo van a pagar los ricos” es una más de sus obscenas mentiras.
La realidad de la legislatura de Sánchez es que la clase media ha sido la gran expoliada por la política fiscal extractiva y confiscatoria de Sánchez.
España es el país de la OCDE donde más ha aumentado la presión fiscal y el que más ha disparado los impuestos a la clase media, incluyendo la subida de las bases mínimas de cotización escondidas bajo la propaganda del salario mínimo interprofesional y el aumento de las cuotas e impuestos a autónomos. Se ha aumentado más de un 22% el porcentaje que suponen los impuestos exigidos a los españoles en relación con el PIB mientras, en el mismo periodo (2018-2022), la renta per cápita ajustada por poder adquisitivo ha disminuido.
El 80% de ese aumento brutal de la presión fiscal ha recaído sobre la clase media vía IRPF e impuestos indirectos. A pesar de que los salarios reales han caído y las horas trabajadas por afiliado no se han recuperado, la recaudación por IRPF se ha disparado. Como explica el informe “eutanasia fiscal” de Ignacio Ruíz Jarabo, considerando conjuntamente los años 2021 y 2022, la ilegítima negativa del Gobierno Sánchez a indexar el IRPF a la inflación le ha costado al contribuyente medio un importe de 607 euros de impuestos adicionales. Es decir, una subida encubierta del IRPF a un contribuyente medio del 10,5%.
Es todavía peor. Si se considera la subida de impuestos preexistentes, los nuevos impuestos creados y el efecto de la inflación, en tan solo dos años el importe de los impuestos que se ha cobrado a un contribuyente medio ha crecido un 31% con respecto a 2020.
Y todo ello para dejar un déficit público y una deuda sin control.
Ahora, tras la investidura, el Gobierno espera recaudar unos 7.355 millones de euros más por otro aumento de la presión fiscal y por las cotizaciones sociales.
Asalto a las empresas. El tipo mínimo del Impuesto de Sociedades subirá del 15% al 17% para las empresas que facturen más de 40 millones de euros. El efecto recaudatorio será muy bajo ya que el 30% de las empresas están en pérdidas, un 4% más que antes de la pandemia, pero es otro escollo a a la inversión y la atracción de capital.
Más impuestos a la clase media: El IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas subirá del 10% al 21%. El IVA de los servicios veterinarios subirá del 10% al 21%. El IVA a la educación privada subirá del 4% al 10%. El IVA que soporta el seguro de salud privado subirá del 4% al 10%. El IVA de los seguros subirá del 6% al 8% y el impuesto de las primas de Seguro subirá del 6% al 8%. Por supuesto, el consumidor sufrirá también la subida del Impuesto Especial a la electricidad que sube del 5,1% al 5,2% sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, del 7% al 8%, además de subir el impuesto al gas natural y el gasóleo que usted y yo pagaremos.
Esta subida de impuestos indirectos y directos, además del nuevo efecto de la inflación, supone, de hecho, un aumento adicional de hasta 200 euros en la factura fiscal de una familia media. Lo que es todavía peor, estas subidas de impuestos solo tienen un efecto recaudatorio, pero no mejoran la consolidación fiscal. El gobierno considera-y siempre exagera- que recaudará 7.350 millones más, pero eso no es nada teniendo en cuenta que el coste de la investidura en promesas a los socios de gobierno supera los 100.000 millones de euros según cálculos de Manuel Alejandro Cardenete, catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía.
Para finalizar, no olvidemos que el gobierno ya se ha lanzado a crear otro organismo burocrático, una comisión del mercado eléctrico que se una a la ya existente CNMC. Todo ello, añadido al aumento masivo de gasto clientelar, deja a España en una situación todavía más precaria.
Enhorabuena, ya tenemos investidura y se abre el camino para el gobierno de la envidia y el expolio, y usted se creerá que esto lo pagan “los ricos”.
Un gobierno que ataca al que produce y premia al que expolia siempre lleva al país a la ruina.
No podemos esperar nada de la UE, como reclamaba alguno. La UE está más preocupada por Hungría o Polonia, que no son de su cuerda. Los diputados del parlamento europeo están más preocupados de lo que van a recibir de Marruecos o Qatar, democracias ejemplares. Y ahora nuestro amado líder le ha soltado una buena morterada a Siemens-Gamesa para que los alemanes no protesten mucho de la pasta que se funde en chorradas varias.