«The state of the nation – violation! A broken promise is as good as a lie». Slipknot.
La contrarreforma de las pensiones que anuncia el Gobierno es una aberración en la que se ofrece al contribuyente elegir entre dos opciones: pagar más y cobrar menos o pagar más y cobrar menos.
Primer engaño de la ‘reforma’ de las pensiones. Sánchez y Podemos venden a sus votantes que van a «revalorizar» las pensiones con el IPC cuando dicho IPC no refleja ni de lejos la subida de los bienes de primera necesidad y, además, genera un agujero en el sistema de pensiones aún mayor. Ya alertamos en su momento de la falacia de ligar las pensiones al IPC,cuando a la vez se hace el sistema insostenible. Es como prometer pagarte hoy un poco más para hacer inviable lo que te pagarán dentro de cinco años.
Segundo engaño: una parte importante de las pensiones se están pagando con deuda. El Presupuesto consolidado de la Seguridad Social para 2021 asumía un gasto de 171.840,8 millones de euros, unos ingresos de 157.547,6 millones y, por tanto, un déficit de 14.293,2 millones.
Sin embargo, el déficit va a ser muy superior, más cercano a los 18.000 millones. En total, el Estado tendrá que rescatar el sistema de pensiones este año con 31.177 millones de euros, además de la concesión de un préstamo de 13.830 millones, cifra similar a la del ya realizado en 2020.
De ofrece al contribuyente elegir entre dos opciones: pagar más y cobrar menos o pagar más y cobrar menos
Tercer engaño. A los autónomos les espera el peor hachazo. Más de 1,5 millones de autónomos, aproximadamente la mitad del total, según ATA, se enfrentan a una brutal subida de cuotas que puede duplicarse a cambio de nada. La falacia de «cotizar por los ingresos reales» ignora la realidad de los autónomos, la volatilidad de sus ingresos, las dificultades para cobrar y el cúmulo de costes fijos e impuestos que tiene que sufrir por adelantado antes de ingresar.
La subida de cuotas es inasumible para la mayoría de los autónomos y envía a muchos a la quiebra o cese de actividad.
Cuarto engaño: todos los contribuyentes van a sufrir una subida de impuestos a cambio de cobrar menos en el futuro, ya que se «deroga» (ironía) el Factor de Sostenibilidad para cambiarlo por un Factor de Equidad Intergeneracional que es mucho más negativo para los contribuyentes.
Cualquier cálculo de valor presente neto de la contrarreforma de Sánchez nos muestra que el retraso en la edad de jubilación y ese supuesto ‘cheque’ de compensación posterior no cubrirán la reducción en términos reales de ingresos ni mucho menos el aumento de cotizaciones en términos reales.
Entre la inflación y los recortes que seguirán haciendo, el sistema de pensiones se mantendrá deficitario y cada vez se cobrará menos a pesar de pagar más impuestos y contribuciones.
Entre la inflación y los recortes que seguirán haciendo, el sistema de pensiones se mantendrá deficitario y cada vez se cobrará menos
Para Sánchez y Podemos equidad intergeneracional es pagar muchos más impuestos hoy para cobrar mucha menos pensión después.
Al contribuyente se le engaña diciendo que el problema de las pensiones es de ingresos y que todo se soluciona «subiendo salarios e impuestos». No olvidemos que el sistema de Seguridad Social tendrá un déficit récord en un año de ingresos históricos por cotizaciones (157.547 millones) y de máximo histórico de ingresos del Estado y recaudación (un total de 489.643 millones).
A pesar de que casi un 25% de las empresas españolas siguen al borde de la quiebra según el Banco de España, y que el número de parados y trabajadores en cese de actividad alcanza los cinco millones, el Estado recaudará más que nunca pero el déficit sigue disparado.
Por otro lado, es más que hilarante decir que el sistema de Seguridad Social no tiene riesgo porque el déficit lo cubre el Estado… con más deuda.
Un Gobierno que ha disparado el déficit estructural a más de 50.000 millones de euros anuales está poniendo en peligro lo que finge proteger -el Estado de bienestar- por obstinarse en mantener el gasto político disparado.
La realidad de las pensiones
El déficit acumulado por la Seguridad Social se ha dado a pesar del aumento de ingresos a un récord de más de 150.000 millones de euros. Y es que, aunque los ingresos han alcanzado niveles históricos en 2018-2019, los gastos han crecido mucho más rápido con el cambio demográfico y el envejecimiento de la población.
España tiene 1,2 millones de pensionistas más que en 2010 (julio 2021 9,8 millones comparado con 8,6 millones en enero 2010). Adicionalmente, la pensión media se ha revalorizado un 34% entre 2010 y 2021. Así, el gasto mensual en pensiones es un 41% superior y el anual crece a un ritmo del 3% anual. En 2010 el gasto mensual era de 7.200 millones de euros y en 2021 es de 10.180 millones de euros.
Ninguna medida de subida de impuestos va a cubrir un aumento de gasto como el actual ni mucho menos eliminar el déficit de la Seguridad Social.
Solo se solucionará el problema de las pensiones atendiendo a sus tres grandes retos: el demográfico, el económico y el laboral.
España envejece muy rápido y la población se reduce. Ese problema hace que el sistema de pensiones de reparto ya genere un efecto negativo de incidencia económica, al subir constantemente los impuestos a los que crean empleo y riqueza y crean empleo y encima erosionar su pensión futura.
El crecimiento vegetativo de la población, es decir, nacimientos menos muertes por cada mil habitantes, ha pasado de 10,5 a ser negativo en 2019, un saldo negativo de 57.146 personas. Sin políticas serias de natalidad y de empleo e inmigración contributivos, el sistema de pensiones está condenándose a una sucesión de recortes.
El problema económico es muy grave. El Gobierno ha disparado el déficit estructural de la economía -aquel que se genera incluso en época de crecimiento- española a más de 50.000 millones de euros anuales.
Sánchez, que ya ha llevado la deuda al 120% del PIB, se endeudará en más de 350.000 millones de euros hasta 2023 para dejar más paro que en 2019 y solo un aumento de solo 66.000 millones de PIB, según Focus Economics. El Gobierno oculta que en sus propias previsiones, la deuda de España superará el 130% del PIB en 2022. Poniendo las cuentas públicas al borde de la quiebra también se pone a la Seguridad al borde del colapso.
El problema laboral es clave. España supera los 9,8 millones de jubilados y la población ocupada es de 19,2 millones, pero la población ocupada efectiva (la que está cotizando, quitando ERTE y autónomos en cese de actividad) es de solo 18,9 millones de personas.
Poniendo más impuestos a la creación de empleo y más escollos a la contratación, como pretenden Sánchez y Podemos, solo se consigue aumentar el problema. Pero, además, no hacer nada para reducir la economía sumergida y encima subir impuestos a los que contribuyen genera aún mayores desincentivos a la creación de empleo reglada.
El déficit de la Seguridad Social solo se puede cubrir creando más empleo y atrayendo más inversión. Cuando las políticas socialistas entorpecen y atacan ambos factores no solo reduce las opciones de los jóvenes y asalariados, sino que ataca a las pensiones.
Cuando hablen de solidaridad, no olvidemos que la contrarreforma de Sánchez y Podemos supone recortar las pensiones a la inmensa mayoría de los contribuyentes.