Uno de los principios básicos de la propaganda es la orquestación. Limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente.
El gobierno de Sánchez sigue los once principios de la propaganda a rajatabla, y uno de los ejemplos más alucinantes y a la vez irrisorios lo hemos vivido esta semana. El gobierno ha tomado un duro informe del FMI que cuestiona gran parte de sus políticas y lo ha vendido como un éxito sin precedentes.
No es una novedad. El presidente del gobierno y el ministro de economía, Carlos Cuerpo, dijeron en Davos, sin titubear, que la inversión extranjera alcanzaba un récord histórico cuando los datos reales reflejan que en el mandato de Sánchez la inversión extranjera ha caído un 55% desde que gobiernan y se desplomó un 18,17% en 2023, hasta los 28.214 millones de euros. Incansable, Sánchez repitió en el congreso esta semana que la inversión extranjera estaba a nivel récord.
También repiten hasta la saciedad que son el gobierno que mejor controla la inflación cuando el IPC en España es del 3,3% y en la media de la Eurozona un 2,4%. Hay 18 países de los 27 de la Unión Europea con una inflación más baja. Desde que gobierna Sánchez, la inflación (IPC) acumulada es del 17,9%, según el INE.
Vamos punto por punto.
“España será la segunda economía industrial con más crecimiento según el FMI.» (Pedro Sánchez). Falso. En la tabla aparecen más de doce economías con crecimiento superior al español en 20204 y 2025-y sin el desplome de España en 2020-.
El crecimiento del PIB per cápita estimado es significativamente inferior a la media de las economías comparables en 2024 y 2025 después del desastre de 2020 (página 40), y viene de disparar el gasto público. De hecho, es menor al de Italia y Francia en las estimaciones del FMI. En cuanto al desempeño 2019-2025, también es uno de los peores de la tabla (de hecho, el tercero peor).
El informe del FMI también certifica que España tendrá, según sus estimaciones, la peor tasa de paro de todas las economías desarrolladas (excepto Ucrania, que está en guerra) incluso en 2024 y 2025. Además, la reducción de la tasa de paro es mucho peor que la de Grecia, y en el país heleno no han hecho el maquillaje de los fijos discontinuos inactivos.
También es evidente en el informe del FMI que España tendrá más inflación que la media de las economías desarrolladas y la zona euro en sus perspectivas para 2024 y 2025.
Esto es lo que vende la propaganda averiada del gobierno ante un informe que nadie debería usar para transmitir euforia.
Empleo: “Se pronostica que el crecimiento del empleo se moderará a medida que los flujos migratorios se normalicen y la tasa de desempleo caiga lentamente hacia un nivel estructural de mediano plazo de alrededor del 11 por ciento.» La tasa de paro más alta de la OCDE y la UE. Grecia, que tenía la misma tasa de paro que España en 2021, un 14%, lo bajaría al 8,7% en 2025.
El FMI también alerta, de manera diplomática, como siempre sobre “Una fragmentación política interna prolongada” que “podría obstaculizar la implementación de reformas estructurales y la consolidación fiscal, lo que eventualmente podría empeorar la confianza empresarial, la inversión y el crecimiento, particularmente si las condiciones financieras se endurecieran”. Debemos recordarle al ejecutivo de Sánchez que ha despilfarrado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia y no ha reducido los desequilibrios fiscales.
En cuanto a deuda pública “se prevé que el déficit fiscal y la deuda pública se estabilicen en alrededor del 3 y el 104 por ciento del PIB, respectivamente, en ausencia de una consolidación fiscal discrecional adicional.» Otra gran oportunidad perdida.
Cabe resaltar las palabras del FMI sobre la pobre calidad del crecimiento. “Sin embargo, la inversión privada sigue siendo débil y el consumo se ha recuperado recientemente a los niveles de finales de 2019, lo que indica una demanda interna moderada en general desde la pandemia.”.
Por supuesto, el gobierno no dice nada ante la petición de un ajuste de 44.000 millones de euros para reconducir la deuda pública y también ignora las alertas, aunque sean diplomáticas, ante el impacto del gasto en pensiones y los aumentos del salario mínimo.
En realidad, el FMI explica que lo más probable es que se dé un recorte de las pensiones. Lo dice de nuevo diplomáticamente: “Es muy probable que en el futuro sean necesarias medidas adicionales para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones.» Pide evitar “una dependencia excesiva de la opción de último recurso de aumentar las cotizaciones sociales, lo que elevaría los costes laborales y podría afectar el empleo”. “Se podría considerar la posibilidad de reducir las tasas de reemplazo” que es bajar las pensiones, ya que “son significativamente superiores a las de países comparables, alargando hasta una carrera completa el período de cotización considerado en el cálculo de las prestaciones”. Otra opción sería “aumentar aún más la edad efectiva de retiro del mercado laboral.» Es decir, recortar las pensiones y jubilarnos más tarde.
La realidad de las estimaciones del FMI es que muestran que España no avanza, sino que se queda muy atrás con respecto a la recuperación global y de nuestras economías comparables, especialmente tras consumir el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia y despilfarrar los fondos Next Generation.
Es muy preocupante que el gobierno acuda a la euforia y la propaganda ante unas previsiones que desmontan completamente su discurso. Un gobierno que se entrega a la euforia con una economía débil, con un aterrador nivel de productividad y muy endeudada, está cometiendo el mismo error -deliberadamente- que cometió el PSOE cuando decía que estábamos en la Champions League.