Mi buen amigo Matt Breidert siempre presta atención al Doctor Cobre. Es un buen indicador de la solidez de la economía global. El petróleo, el carbón o elgas natural, incluso el zinc, pueden cotizar a la baja en una economía sana y creciente por eficiencia, sustitución o tecnología. El cobre, sin embargo, es esencial para una enorme cantidad de actividades económicas. En las economías avanzadas, como EEUU, aproximadamente el 45% para construcción, el 23% para electrónica, el 12% para transporte, otro 12% para bienes de consumo y un 8% para maquinaria industrial. Vamos, es la prueba del algodón de la economía global.
Pues bien, el cobre se ha desplomado por debajo de 4.500 dólares la tonelada, el nivel más bajo desde 2009. Ya comentamos aquí el problema del cobre y suimpacto en Chile, y la situación no ha mejorado. De hecho, la sobrecapacidad, que los más optimistas estimaban que se iba a reducir en 2016, ya se espera que se mantenga hasta 2018.
China supone casi el 40% de la demanda global de cobre. Se estima, además, que la cantidad de cobre almacenado y no utilizado por el gigante asiático supera las 725.000 toneladas. Si añadimos que Europa supone un 17%, EEUU un 9% y Japón un 5%, estamos hablando de mercados con un cambio estructural en su patrón de producción industrial que cada vez va a consumir menos cobre. Japón ya está en recesión, EEUU va a crecer un 2%, la mitad de lo esperado hace unos meses, y Europa, aunque crece más de lo esperado, no suple la ralentización del resto del mundo con el crecimiento de un 50% del PIB global revisándose a la baja.
Por el lado del suministro, los productores se comportan de manera típica,produciendo más para generar caja. La producción global está creciendo un 5% al año. Chile, China, Brasil, Perú y Mongolia siguen aumentando su oferta… Mientras la capacidad excedentaria aumenta en 81.000 toneladas estimadas por año.
Pero si ustedes quieren agarrarse al clavo ardiendo de que todo es un movimiento especulativo y una sobre-reacción, les presento al Doctor Mineral de Hierro
Según los mayores productores, y a pesar de que muchos de los chinos están semiquebrados, no mejora el exceso de capacidad. De hecho, los grandes productores (Rio Tinto, BHP, Vale) siguen aumentando producción a pesar de los bajos precios y una demanda anémica.
De nuevo, una pobre demanda china esconde un problema mayor. La demanda de los principales países consumidores tampoco mejora. Si atendemos a la correlación entre demanda de mineral de hierro y crecimiento global de los últimos seis años, las estimaciones nos muestran un mundo que no va a crecer al 3% sino muy por debajo, y una China cuyo ‘6,5%’ es ficción. Como explica un execonomista de Rio Tinto, la capacidad excedentaria debe ser “demolida” porque el crecimiento de la demanda no está ahí ni se lo espera tampoco en 2016.
Tengamos cuidado con el cobre, porque nos dice mucho más de la economía global de lo que estimamos. Prestemos atención al mineral de hierro. Un dólar fuerte -consideraciones monetarias ante la subida de tipos- no explica el desplome en las estimaciones de demanda ni el aumento de la capacidad excedentaria esperada año tras año. Llevamos ya mucho tiempo alertando sobre la ficción del crecimiento chino de los próximos años. Añádanle el espejismo del crecimiento de EEUU… Y un sector productor que lleva ya demasiados años apostando -rezando- por que el ejercicio que viene sea distinto.