Un estado emite moneda, que es una promesa de pago.
Si el sector privado no acepta esa moneda como unidad de medida, medio de pago y reserva de valor, respaldada por reservas y demanda de ese sector privado, la moneda no vale nada y no es dinero. Papel mojado.
Ejemplos de moneda estatal que no es ni reserva de valor ni medio de pago aceptado generalmente son muchos.
Desde el sucre al peso argentino o la lira turca los ejemplos en la historia son innumerables.
El estado no crea dinero, simplemente emite un medio de pago usando la credibilidad que da la demanda del sector privado para emitir su «pagaré». Igual que un emisor de deuda que pierde la credibilidad de repago, el valor de su promesa se desvanece si no tiene respaldo privado
El estado no «crea dinero», crea un medio de pago que puede o no puede aceptarse.
El valor de la moneda no lo decide el estado, ni su uso.
Lo decide el último agente del sector privado que acepta esa promesa de pago porque asume que mantendrá su valor y su aceptación como medio.
Cuando el estado crea moneda sin respaldo ni demanda destruye -no crea- dinero.
Cuando el estado emite moneda -promesas de pago- que no son reserva de valor ni medio de pago aceptado generalmente ni unidad de medida no solo NO crea dinero, lo destruye, al hundir el poder adquisitivo de los pobres cautivos que están forzados a aceptar su papelito (funcionarios, pensionistas), a los que en realidad está robando al pagarles en una moneda que cada vez vale menos.
Los que dicen que el estado crea dinero y lo gasta y solo tiene que crear el dinero que necesita para financiar el sector público porque será aceptado por el resto de agentes económicos deberían ser obligados a recibir su sueldo en pesos argentinos y disfrutar la experiencia.
Lectura adicional: https://www.dlacalle.com/crear-dinero-artificialmente-siempre-provoca-alta-inflacion-y-crisis-la-falacia-de-la-mmt/
Parece mentira que haya que explicar estas cosas, pero no me extraña viendo lo que dicen algunos mentecatos. Gracias, señor Lacalle.
Tradicionalmente, las monedas eran porciones de una materia considerada como dinero. Se dividía dicha materia en fragmentos pequeños para su mayor usabilidad y comodidad en el tráfico mercantil, por ejemplo las monedas de oro o plata de la antigüedad.