El economista avanza una nueva crisis de deuda y advierte de que España podría convertirse en Grecia.
LIBRE MERCADO
El economista e inversor Daniel Lacalle fue el encargado de clausurar el XTB Trading Day el pasado viernes, el mayor evento de trading organizado en España. Durante su intervención, ofreció algunas conclusiones acerca de la situación económica y política en España y sus posibles consecuencias en los próximos meses.
Para Lacalle, el actual clima de incertidumbre tiene dos partes bien diferenciadas: «Por un lado, esta incertidumbre está afectando negativamente a la inversión y está provocando una ralentización de la creación de empleo. Pero, por otro lado, los datos de consumo y los de crecimiento todavía son positivos; muestran que la economía sigue creciendo a una tasa interanual cercana al 2,7%».
Sin embargo, si Podemos entrara en un posible Gobierno, el panorama económico cambiaría radicalmente. «Es falso que los pactos con Podemos moderen a Podemos; sucede lo contrario, como hemos visto en Madrid, en Barcelona, en Cádiz, en Navarra, en Cantabria […] Muy lejos de acomodarse, para ellos parte del éxito político es entorpecer y parar. Solamente se ponen de acuerdo en gastar y en subir impuestos; y a la vez, la amalgama de ideologías introducen muchos más escollos a la inversión y al empleo», indicó.
En Europa toda esta situación se ve con enorme preocupación, según Lacalle. «Estamos viendo que lo que ha sido un ejemplo en cuanto a salida de la crisis y mejora de la economía, que empezaba a repuntar (aunque le quedaba mucho por hacer), ahora se corre el riesgo de repetir los errores del año 2009; pensar que ya se ha acabado y lo que hay que hacer es aumentar la rigidez, subir los impuestos o aumentar el gasto público, es lanzarnos de nuevo a todos los errores del pasado».
El peligro del populismo
Este diagnóstico erróneo parte de la base «de que no se puede estar peor y que lo que hay que hacer, en lugar de continuar con las reformas, es volver al proteccionismo, al gasto y al intervencionismo», advirtió. Y el principal riesgo para la UE es que «el crecimiento de estos populismos está llegando a todo el arco parlamentario, incluidos los partidos serios, que se acercan a esas tesis para calmar a sus votantes».
Como consecuencia, se podría avanzar hacia una nueva crisis de deuda. «Todos hablan de tirar mucho más de gasto público, de aumentar la inversión pública, contratar más funcionarios, etc., basado en la idea de que financiarse al 0,85 % es lo normal […] Y cuando suban los tipos de interés o el BCE pare su política monetaria, simplemente porque se genere un shock político, entonces la prima de riesgo se volverá a disparar».
Pese a ello, Lacalle se mostró optimista. «Soy positivo, porque creo que los ciudadanos no son tontos. Llega un momento en el que pueden caer en la trampa del populismo y las soluciones mágicas, pero al final los ciudadanos miran a un lado y miran al otro y ven cómo está Irlanda después de un rescate y como está Grecia después de un rescate; uno crece al cuatro y pico por ciento y crea más empleo que nunca y el otro está al borde del colapso», explicó.
«El ciudadano tendrá que elegir entre Grecia e Irlanda. Y si decide Grecia, la culpa será nuestra, de los españoles, de los que lo aceptamos, nos resignamos… Tenemos que huir de la resignación, hacer mucho más todos -las familias, las empresas, los medios- por divulgar esos peligros, porque no es verdad que no se pueda empeorar. Se puede empeorar y mucho», alertó.
Papel de los bancos centrales
Por otro lado, en cuanto al papel de los bancos centrales, Lacalle demostró ser un firme defensor de la política de Draghi: «Es una política que debería valorarse positivamente, desde el punto de vista de que está dejando en evidencia a todos los que decían que el problema de la UE era un problema de política monetaria; está demostrando con datos que el problema es de reformas estructurales, porque la liquidez está ahí, el apoyo del Banco Central Europeo está ahí, la política expansiva y el compromiso están ahí, el crédito crece, las expectativas de inflación están a la baja… Lo que les está diciendo a los Estados es eso, que lo que hacen falta son reformas estructurales».
Y en Estados Unidos, lo mismo. «El milagro de Obama no existe, es pura demagogia, porque el problema nunca ha sido de política monetaria». Los bancos centrales han tomado las medidas que podían tomar, pero ahora hace falta que los gobiernos tomen las que les corresponden, según Lacalle. «Sin embargo, en vez de para mejorar la renta disponible de las personas, reducir los desequilibrios o aumentar la productividad, hacen todo lo contrario», concluyó.
Completamente de acuerdo, pero que ocurrira si gracias a pactos de «no ganadores» se crea una amalgama de gobierno partidario de ser Grecia????.
Que nos queda a los que sabemos que los chocolates del loro o los balsamos de fierabras se van a terminar pagando, intereses incluidos, nos guste o no???.