Hace unos días, el Wall Street Journal se hacía eco de las declaraciones de Kyle Bass, David Tepper y George Soros comentando que la devaluación esperada del yuan, la moneda china, sería de alrededor del 40% en los próximos tres años. Hace ya meses que comentamos en esta columna queChina volverá a devaluar y bajar tipos, y que la principal razón se encuentra en que la enorme burbuja de deuda impagable que se esconde en su sistema financiero está denominada, fundamentalmente, en yuanes. Adicionalmente, como no pueden solucionar su problema de sobrecapacidad y competitividad con reestructuraciones por el riesgo de crear un enorme desempleo, es más fácil atacar la bolsa de ahorro.
Lo interesante de las declaraciones de estos gestores es que consideran la magnitud del agujero chino como “muy superior a la crisis subprime”. Y por ello la devaluación que estiman supera, en mucho, la que comentábamos en esta columna a la hora de “desinflar la burbuja interna” sin crear riesgo sistémico.
A pesar de continuar con enormes reservas de moneda extranjera ($3,3 billones), el banco central chino ha perdido una cantidad récord en los últimos meses.
Adicionalmente, como comenta Jim Rickards, muchos analistas olvidan que China no tiene capacidad de utilizar más de un tercio de esas reservas, porque están comprometidas en sostener los enormes préstamos y compromisos de capital en dólares.
Es cierto que las reservas de oro de China son altas, pero no dejan de ser casi ocho veces inferiores a las de EEUU y aproximadamente un tercio de las alemanas, por ejemplo.
Si a estos datos añadimos la confirmación por parte del Banco Central chino de que harán todo lo posible por mantener dichas reservas de moneda extranjera –dólares-, y que aumentarán la “flexibilidad” de su moneda respecto a la cesta de divisas con las que comercia, no podemos esperar otra cosa que una gran devaluación, sea “controlada” o no.
El efecto de una devaluación continuada del yuan es triple:
- Desinflación exportada al resto del mundo.
- Menor capacidad de importación de otras economías
- Ralentización del cambio de patrón de crecimiento. Al asaltar al ahorro interno y atacar la renta disponible, baja la capacidad marginal de consumo.
Si lo miramos desde el punto de vista positivo, el hecho de que China pinche su propia burbuja dejando que su moneda cotice a un cambio más acorde con su verdadero crecimiento real y su nivel de endeudamiento, es bueno. Porque se evita un efecto dominó al estar el riesgo contenido en su sistema financiero y en su divisa.
Podemos pensar que el Gobierno chino sostendrá su moneda para dar confianza, pero ¿qué incentivo tiene cuando ya es moneda de reserva del FMI y está perdiendo sus reservas de divisas a tal velocidad? Algunos argumentan que debe hacerlo para defender a las grandes corporaciones semiestatales, pero son precisamente estas las que están presionando para que sus costes se reduzcan en moneda local, ya que gran parte de sus ingresos –y parte de su deuda- es en dólares.
Pero desde el punto de vista macro, el motor de crecimiento del mundo va a traspasar al exterior todo lo que pueda delpinchazo de su burbuja, y eso implica menor crecimiento, menores precios y mayor volatilidad.
Pensemos un momento. Si las bolsas y activos de riesgo han sufrido un batacazo como el visto por una devaluación insignificante del yuan y una mini subida de tipos en EEUU (lean “no es el PIB, son los precios”) , es evidente que el mercado no está ni de lejos preparado para una devaluación que sea más del doble que la estimada por los más negativos del consenso. Hay que estar alerta.