El Gobierno de España ha anunciado que probablemente rompa el techo de gasto en 15.000 millones de euros, disparando la cifra de gasto por tercer año consecutivo y elevando el déficit estructural a 50.000 millones de euros anuales. El déficit estructural es el que el Estado genera crezca la economía o no.
Ante un escenario de aumento generalizado de desequilibrios, sabemos ya tres cosas.
1. La consolidación fiscal vía ingresos no funciona nunca Con ingresos récord gastan más y cuando los ingresos caen, gastan mucho más. Por eso la falacia de que no se pueden bajar impuestos porque hay déficit es un engaño tan insultante. La Comunidad de Madrid, con impuestos atractivos y aportando el 75% del fondo común de las comunidades autónomas tiene el déficit controlado. Holanda, Irlanda, Luxemburgo también demuestran que la consolidación fiscal solo funciona reduciendo gasto innecesario (y hay mucho).
2. El Estado español es el mayor consumidor de nueva deuda de nuestro entorno y el segundo que más se ha endeudado del mundo desde 2020.
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