La inflación es el impuesto escondido, y los gobernantes siempre intentan esconder la pérdida de poder adquisitivo o culpar a cualquiera menos al único que hace que la mayoría de precios suban a la vez: Imprimir dinero muy por encima de la demanda real del mismo.
El IPC en abril refleja un aumento del 4,1%, ocho décimas en tasa anual. Los alimentos suben un 12,9% en tasa interanual. Adicionalmente, en tasa intermensual, la carne sube un 1,2%, el pan y cereales un 0,5%, el azúcar y confituras un 1,6%, las prendas de vestir un 8,3%, los servicios de alojamiento un 12%, los carburantes un 1,1%, el calzado un 5,5%… Todo esto en un mes.
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