La sorprendente revisión al alza del PIB de 2021 de Reino Unido ha reavivado el debate sobre el procedimiento y exactitud en la medida de los agregados económicos. Con ello, el Reino Unido pasa de ser el último en recuperación de las grandes economías a sobrepasar a Alemania, aunque todavía por detrás de Francia, Italia, Japón, Canadá y EE.UU. Pírrica victoria estadística.
“Quien controla el presente, controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro” decía Orwell. ¿Llevarán a cabo Alemania, Francia e Italia una revisión similar y así todas las economías están mucho mejor que en 2019? Es más que probable que el resto de las economías europeas lleven a cabo una revisión similar y, al final, el resultado sea el mismo; pobre recuperación con elevada inflación.
De hecho, la Oficina de Estadísticas Nacional (ONS) advierte “El Reino Unido es uno de los primeros países del mundo en revisar sus estimaciones del PIB para el período de la pandemia utilizando un marco más detallado, lo que significa que otros países también podrían cambiar sus estimaciones en una fecha posterior. Es importante que esto se tenga en cuenta al comparar el Reino Unido con otros países, y nuestra posición de comparación internacional probablemente cambie una vez que otros países confronten plenamente sus conjuntos de datos con el tiempo», explica el director de la ONS a CNN.
El problema de estas sorprendentes y mayúsculas revisiones al alza del PIB como la de Reino Unido es que deja en muy mal lugar a las autoridades estadísticas.
No se debe publicar un cambio metodológico de tal calibre sin que sea generalizado en el resto de los países.
Una revisión de medio punto es absolutamente normal. Un alza generalizada masiva que reduce la caída de 2020 y aumenta el rebote de 2021 con un análisis de mejores márgenes en el sector servicios y mayor actividad no puede publicarse a bombo y platillo cuando el resto de las economías comparables no lo han adoptado. De hecho, hace la comparación inservible y aviva la polémica sobre los datos oficiales.
La revisión al alza del PIB de Reino Unido de 2021 (que ya se revisó) se ha convertido en un escándalo de acusaciones. Para unos es una manipulación, para otros una forma de «absolver el Brexit»… Para los conservadores un «éxito» (vaya éxito, por otro lado, revisar el pasado estilo Orwell y seguir a la cola del G7), para los laboristas un «truco estadístico». La realidad es que es intolerable que un país con la riqueza y el potencial de Reino Unido esté en la situación actual, incluso revisando el pasado.
Esta revisión no solo es un debate en todo UK y más que sorprendente, sino que -si es correcta- desmonta al 100% la falacia de que la inflación es por las cadenas de suministro, ya que toda la revisión estadística refleja una mejora más que espectacular de esos factores en el periodo revisado.
Así, la revisión es mínima en toda la serie excepto en dos trimestres clave, que disparan el PIB. Lo peor es que, al hacer semejante revisión al alza en 2021, deja la evolución 2021-2023 de la economía peor y más cerca de la recesión.
Ya en 1968 Robert Kennedy decía que el PIB “mide todo excepto lo que hace que la vida merezca la pena”. Desde Ajay Shah o Arvind Subramanian a Wei Chen, Herman Daly, Diane Coyle, Charles Bean o Sarah Arnold, hay multitud de economistas que ponen en duda la forma en la que se calcula el PIB. Muchos de ellos lo hacen para criticar la sobrevaloración de este y otros para decir, muy típico en algunos debates del World Economic Forum (WEF), que no refleja adecuadamente la riqueza de un país. Desde The Economist a WEF hay toda una lista de críticas periodísticas al PIB, que se unen a la literatura económica. Si bien no es una medida perfecta ni mucho menos exacta, sí es importante recalcar que es la mejor medida posible, aunque es indudable que el PIB es una medida que da una visión más benigna de la economía en tiempos complicados ya que se puede aumentar tirando de gasto público y deuda.
El PIB es una medida clave, porque casi todas las ratios de desempeño gubernamental se miden con respecto a ese PIB. Ya se creó una polémica al añadir las actividades ilegales, más que difíciles de medir con exactitud, y ya sabemos que es un indicador relativamente fácil de distorsionar aumentando la deuda y gastando más.
La ONS de Reino Unido comete un enorme error al adelantarse en un cambio metodológico de tal magnitud, que hace que la comparación con otros sea imposible, y además abre de nuevo el debate sobre si la cifra de PIB oficial es correcta o distorsionada.
Lo triste es que en la propaganda cercana al gobierno de España se vea esta mala decisión del ONS de Reino Unido como el camino para disfrazar el pobre desempeño de la economía española, que sigue a la cola de Europa en recuperación. Saben que si el PIB se revisa con un cambio metodológico de tal calibre será invalidado como comparación con otros países de nuestro entorno que no hayan hecho esa misma modificación, y que cuando todos los de la UE lo hagan, el resultado será muy similar; una de las peores recuperaciones de la UE. Saben también que dejará la recuperación 2021-23 en peor lugar, como ha pasado en Reino Unido, y la economía más cerca de recesión. Y saben que la cifra no será comparable. Que no te engañen.
Es de agradecer este aviso para evitar caer en la trampa, una más en la carrera de embelecos y trilerismo en la que han metido a la economía estos fantoches que se dicen primeros ministros, o ministros a secas. Esto parece el timo del «toco mocho» a lo grande: te ponen los billetes en la parte de fuera del paquete para que te creas que todo el paquete es igual, te quedas con él y luego ves que solo son papeles. Qué bajo ha caído esta patulea de mastuerzos. Por lo visto no han tenido bastante con intervenir dictatorialmente la economía, en tiempos de la pandemia, solo para arruinarla con medidas propias de la película «Bananas».