Que España tiene un gobierno radical, antisemita e hipócrita es evidente. Que además se agarran a la poltrona como si fuera un clavo ardiendo es obvio. Que engañan a sus propios votantes de manera aberrante es notorio. Que España sufre la condena de tener un gobierno muy blandito con las dictaduras comunistas actuales y muy duro con el dictador muerto y las democracias liberales de Occidente es una vergüenza internacional.
Comprar material tecnológico de defensa a la única democracia de Oriente Medio, Israel, que está siendo atacada cada día por terroristas, no debe ser noticia ni causa de crisis de gobierno, es una obligación moral. Lo que debería ser causa de crisis de gobierno es el despilfarro de dinero público, los casos de corrupción y el sesgo amable y constante hacia las dictaduras comunistas.
Cooperar con Israel y defender su existencia es una obligación de cualquier democracia occidental. Cooperar con los países árabes moderados y condenar al régimen que financia el terrorismo global, Irán, es una obligación moral de cualquier gobierno de una democracia libre. Condenar al régimen asesino de Venezuela y las dictaduras comunistas que reprimen a millones de personas en el mundo hoy es una obligación de cualquier demócrata. Sánchez y Sumar hacen lo contrario.
El último episodio de bochorno nacional refleja que estamos en manos de incompetentes. Sánchez quiere cancelar un contrato de balas con Israel para mantenerse en La Moncloa. Para ello, como informa EL ESPAÑOL, ha encargado a Marlaska, que debe estar hasta las narices de deshacer los entuertos del Gobierno, que busque fórmulas para cancelar dicho contrato “sin que suponga un gran coste económico”.
Condenar al régimen asesino de Venezuela y las dictaduras comunistas que reprimen a millones de personas en el mundo hoy es una obligación de cualquier demócrata
Vamos a detallar las mentiras e hipocresías del Gobierno.
Hipocresía es que Yolanda Díaz y Sira Rego anuncian que se resistirán a dejar sus cargos o dimitir ante la crisis creada con los comunistas antisemitas de Izquierda Unida, parte de la coalición de Sumar. Los mismos que defienden a las dictaduras asesinas de Cuba, Nicaragua o Venezuela y que siempre repiten la propaganda de un grupo terrorista como Hamás.La poltrona es lo primero.
Hipocresía es también que se rasguen las vestiduras cuando estos contratos han sido aprobados en Consejo de Ministros y eran públicos. Además, es un hecho que el Gobierno también aprobó la compra de un programa espía israelí a pesar del veto cosmético de Sumar.
El Gobierno y sus socios mienten al decir que todo esto es algo de lo que se han enterado por la prensa. Lo que pasa es que ha sido la prensa la que ha destapado lo que ellos querían silenciar para seguir con su propaganda antisemita.
No hay una sola de estas decisiones estratégicas que no sean conocidas por los ministros y sus equipos.
El Gobierno miente al intentar vender una supuesta crisis en a coalición. Esta coalición de expoliadores del tejido productivo y blanqueadores de terroristas, asociados a Bildu y portavoces de las mentiras difundidas por Hamás y Hezbollah, no tiene ninguna fisura.
No hay una sola de estas decisiones estratégicas que no sean conocidas por los ministros y sus equipos
El objetivo de Sánchez y Díaz, de Rego y cualquier ministro de Sumar, como ocurrió con Podemos, es el mismo: permanecer en el poder y continuar asfixiando a la clase media y las empresas.
El Gobierno de Sánchez va a aprobar un aumento de gasto en Defensa sin apoyo del Congreso, con dos objetivos claros: Que sume al PIB de su falso cohete y aumentar la contratación pública para su inexistente récord de empleo. Ahora temen que ese aumento de gasto, en el que pretenden incluir cualquier cosa como “defensa”, sea insuficiente y la OTAN exija una inversión seria y superior, que requerirá del apoyo del congreso. Pero los socios de Sánchez no son tontos. Saben que el talón de Aquiles del PSOE es que necesita seguir pareciendo radical, ultraizquierdista en España y moderado pro-occidental en Europa.
Tenemos un gobierno de ultraizquierda antisemita incapaz de ponerse de acuerdo, plagado por la corrupción y disfrazado de propaganda, que no puede aprobar presupuestos y en el que el presidente tira de gasto sin tener espacio presupuestario, ya sea par politizar una empresa, gastar en publicidad o disfrazar su desprecio a las fuerzas y cuerpos de seguridad con un aumento de gasto cosmético en el que van a meter hasta los “puntos morados” como “defensa”. Un gobierno que se pasa el día hablando de Ucrania mientras se disparan las importaciones de Rusia y les enviamos más de 8.900 millones de euros anuales.
Los demócratas esperamos que este gobierno caiga por su antisemitismo y radicalismo. Esta coalición es insostenible en lo económico, inmoral por la acumulación de casos de corrupción y antidemocrática por su abuso de las instituciones y los mecanismos de gobierno. Basta ya de hipocresía.