Si hay algo enternecedor, es que, pase lo que pase, gobierne quien gobierne en el país que sea, el político siempre piensa que el dinero es su monopolio.
Las cifras de 2016 del BIS (Bank of International Settlement) muestran una realidad muy diferente a la que nos quieren vender los bancos centrales europeo o japonés y el chino. El dólar norteamericano no solo sigue siendo la moneda más utilizada del mundo sino que su uso ha aumentado desde 2013 desde un 87% al 87,6% de las transacciones.
El Euro no solo continúa siendo una anécdota mundial sino que su utilización se ha reducido desde 2013, desde un 33% a un 31%. Recuerden que la suma de todas las transacciones que calcula el BIS es 200% porque cada transacción monetaria incluye un par en otra moneda.
La moneda china, el Yuan, solo se usa en un 4,0% de las transacciones, en un país que es más del 15% de la economía mundial. Ahora, como hemos escuchado en decenas de ocasiones en el pasado, se desempolvan las teorías de conspiración y nos dicen en distintos medios que China va a destronar al dólar porque está lanzando contratos sobre petróleo y otras materias primas en yuanes.
Y, lo siento mucho, pero se va a quedar en eso, en teorías de conspiración.
Una moneda no es reserva mundial porque lo decida un gobierno o –como dice algún desorientado- porque lo imponga militarmente. Si una moneda se impusiese por poderío militar o represión política, el rublo soviético habría sido reserva mundial, y el yuan chino no sería un raquítico 4% de las transacciones mundiales. Una moneda es reserva global cuando la confianza en ella como medio de pago y reserva de valor se mantiene en todo el mundo ante la evidencia de lo contrario con las monedas locales.
La megalomanía y equivocación de los políticos con respecto a su capacidad de manipular el poder adquisitivo de sus monedas locales es precisamente lo que refuerza la posición del dólar como reserva mundial. Por eso se usa más el Franco Suizo, el dólar canadiense o el australiano que las monedas de grandes potencias militares aparentemente todopoderosas. No es represión militar lo que hace que una moneda se generalice en su uso, sino la credibilidad y el mercado secundario.
La guerra de divisas es aquella que todos niegan y, a la vez, todos ponen en práctica
Como explico en La Gran Trampa (Deusto), “EEUU puede llevar a cabo sus erróneas políticas devaluadoras porque siempre mira con todo detalle la demanda global de dólares y que su moneda se mantenga como reserva global. Es decir, siempre presta atención al mercado secundario y a la calidad de la confianza en su economía y sus instituciones, además de la apertura de su economía. Por eso, los que pretenden usar la política monetaria sin entender la importancia de mantener el estatus como reserva de valor y mecanismo de intercambio generalmente aceptado, creyendo que eso es algo que decide el gobierno por ley, siempre fracasan. Y empobrecen a los mismos a los que fingen defender, a los pobres”.
Por qué fracasará China
Yo creo que China fracasará en su intento de imponer el Yuan como moneda para transacciones globales por varias razones.
Primero, porque pretende que el mundo acepte el Yuan de manera generalizada mientras mantiene la represión monetaria vía controles de capitales. Vamos, como dicen los británicos, quieren “cocinar el pastel y comérselo”. ¿Qué clase de reserva global se va a crear cuando se mantienen controles de capitales? Ninguna. Usted o cualquier agente económico no lo va a aceptar.
Segundo, porque a nadie se le escapa que los enormes desequilibrios de la economía china solo se van a poder disfrazar con una enorme devaluación. La media de estimaciones asume entre un 18% y un 20% adicional en los próximos cinco años. Cuanto más se retrasa esa corrección inevitable, menor es la posibilidad de reforzar la credibilidad de la moneda local.
Tercero, la balanza financiera está en su contra. La razón por la que China mantiene controles de capitales completamente obsoletos es precisamente porque los agentes económicos domésticos, en cuanto se da apertura, hacen todo lo posible por deshacerse de la moneda local ante la evidencia de lo que comentábamos en el punto anterior. Una enorme devaluación. Por eso China ha perdido casi un tercio de sus reservas en moneda extranjera en pocos años.
La guerra de divisas es aquella que todos niegan y, a la vez, todos ponen en práctica. Y eso es lo que estamos viviendo con un aumento desproporcionado de la masa monetaria a nivel global. China supera a EEUU, Japón y la UE en desequilibrio entre aumento de la masa monetaria y crecimiento del PIB real y eso, aunque le moleste al Club de la Impresora, siempre –siempre- estalla.
La diferencia entre la moneda de reserva global y las demás, con todos los errores y desequilibrios que genera EEUU, es que se beneficia en términos relativos porque los demás desorientados piensen que pueden hacer lo mismo que EEUU porque lo deciden los políticos. Así, banco central tras banco central, país tras país, se va acercando al precipicio monetario bajo las hipótesis de que “no hay riesgo”, “todo el mundo lo hace” y “esta vez es diferente”. En esa carrera hacia el precipicio, todos van de la mano como la familia Von Trapp en The Sound Of Music. Pero cuando se llega al borde, y se llega, caen una detrás de otras las monedas que han jugado a primo de Zumosol, a reserva global, sin serlo y sin atender a la demanda y mercado secundario, y queda el dólar como el Correcaminos, mirando al abismo desde arriba y sonriendo.
Por supuesto, a los gobernantes de todos esos imperios de papel les asesoran cientos de economistas que les dicen que no pasa nada por aumentar desequilibrios monetarios. Y siempre se equivocan. Pero el daño lo paga usted.
Ahora, con el avance de las criptomonedas, esta carrera a ver quién destruye más el poder adquisitivo de los ahorros de sus ciudadanos supone una amenaza no solo para el yuan o el euro, sino para el dólar. Lo que predijo Hayek en Choice in Currency (1976) y Denationalisation of Money (1990) es imparable. La destrucción del monopolio de creación de dinero en manos de los estados.
El error de China es que piensa que su moneda se impondrá desde la represión, y no desde la confianza. En EEUU, sin embargo, en la Reserva Federal hoy solo se habla de una cosa. Mantener la confianza y el uso creciente. Por ello, China fracasará. Como todos los que no entienden que el dinero no es lo que quiere el gobierno, sino lo que aceptan los ciudadanos.
Estaba buscando informacion sobre la economia de china para un trabajo de la universidad y he acabado aqui.
Me parece un gran articulo Daniel.
Un saludo y muchas gracias!
Gracias Daniel, otro artículo muy interesante!
Hablas de que el avance de las criptomonedas va a suponer una amenaza incluso para el dólar. A la vista del desplome brutal de todas las criptomonedas desde el comienzo del año, motivado, creo yo, por el ataque de los estados y el poder financiero (compañías de tarjetas de crédito que cierran sus redes a la compra de criptomonedas; bancos que no quieren abrir cuentas a empresas de la blockhain; gobiernos que prohíben las casas de cambio o amenazan a sus ciudadanos de investigarlos por sospechosos de cometer delitos; compañías eléctricas que amenazan con cortar fluido eléctrico a los pools mineros, etc. etc.), ¿crees que las criptomonedas resistirán el ataque del todopoderoso mundo fiat?
Sería un interesante un artículo tuyo al respecto.
Un saludo.
En La Gran Trampa lo explico. La inmensa mayoría de ellas desaparecerán
¿cómo puede estabilizarse el valor de las principales criptimonedas para que sirvan como unidad de medida de valor? ¿crees qué será posible de algún modo que la gente mida el precio de los bienes y servicios directamente en criptomonedas sin estar pensando en euros?. En tu libro La Gran trampa explicas que la inflación en el suministro de dinero fiat ha provocado una burbuja de bonos, pero no me queda claro si crees que habrá una fuerte devalución del poder adquisitivo del euro que pueda estimular el uso de criptodivisas. Es verdad que la moneda se elige por la gente, pero también es verdad que actualmente sólo es posible elegir entre las monedas estatales dada la gran eficacia de los Estados modernos en el control y limitación de la libertad de las personas lo que me hace pensar en un futuro muy dificil para las criptodivisas. Gracias por dedicar tiempo a divulgar conocimientos.